jueves, 18 de julio de 2013

"ENTRE LAS DOS ORILLAS". PRESENTACIÓN




PRESENTACIÓN
“Entre las dos orillas” es una historia novelada, basada en un retazo de la vida de unas personas, de un pueblo, de una sociedad. Se sitúa en la España profunda de los años 50. No es una historia literal, que siga al pie de la letra los acontecimientos y, por tanto, no narra los hechos tal como los lectores los puedan recordar. Aquí se intenta reflejar más bien los sentimientos, las formas de vivir y de pensar de aquel momento. He querido excavar en la memoria de aquellos años y desenterrar recuerdos, hurgar entre los restos y mostrar lo que sale a flote, tal cual, sin tintes ni colores. También he procurado avanzar un poco más y he querido rebuscar entre los rincones más escondidos para sacar aquello que estaba oculto, escondido tras el velo de la censura, que no salía a la luz porque no se podía hablar, aquellas ideas que el paso de la guerra y el peso de la dictadura no habían conseguido malograr, aquellas personas que en su interior seguían siendo fieles al espíritu libre y laico de la época de la República. No importa si en nuestra memoria no encontramos nombres de entonces que se pudieran identificar con esas posturas, como la que mantiene el ti Damián, por ejemplo, lo cierto es que la gente callaba y sufría en silencio la falta de las libertades.


La mayoría de las cosas que aquí ocurren y también la mayoría de los personajes se corresponden con hechos reales y con personas de carne y hueso, aunque casi ninguno lleve su nombre de pila. Algunos son imaginarios, como también lo son alguno de los acontecimientos. Esa es la parte de novela o de ficción, que servirá de soporte para expresar aquello que, tal vez, no ocurrió o no recordemos, pero que, en cualquier caso, nos ayudará a comprender mejor la vida de aquellos años y a valorar en su justa medida a las gentes de entonces.


El montaje o la estructura de la novela sigue los pasos de Francisco, que va y viene, se queda y vuelve a las andadas. No se presenta como una narración lineal, de hechos o de historias que se suceden en el tiempo y en un espacio determinado, sino que se van yuxtaponiendo, los distintos capítulos van dando saltos de una orilla a otra, ése es el sentido. Al mismo tiempo, se quiere hacer una proyección de todo aquello que bulle en torno a las vidas de Francisco y Rosalía, el terruño y las nostalgias o morriñas sobre una pantalla y los sinsabores de la lejanía en una tierra extraña en otra. De esta manera podrá ser más fácil observar y comparar los parecidos, si los hay y, sobre todo, los contrastes, que los encontraremos en abundancia, entre las dos sociedades o entre las dos orillas, que ése es también uno de los objetivos de este libro.

(El libro consta de 34 capítulos, que a lo largo de 344 páginas van narrando una historia ambientada en Valleluengo y en Oñati. Es la historia de Francisco y de Rosalía, pero puede ser la historia de cualquier vecino del pueblo o de los pueblos de nuestro entorno.)

EL LIBRO ESTARÁ DISPONIBLE A PARTIR DEL 1 DE AGOSTO. (EN EL PUEBLO). ES UNA EDICIÓN REDUCIDA. PARA LOS QUE LO QUIERAN RESERVAR PODÉIS ENVIAR UN MENSAJE AL Nº 636506973 O POR MAIL: valleluengo66@gmail.com. El precio creo que andará en torno a los 15 €. (A mis gentes de Buenos Aires les prometo que les facilitaré los medios para que lo puedan conseguir sin ningún problema).

OTRO CAMINO EN LA MOCHILA. LISBOA - FISTERRA

Ser en la vida
romero[1],
Ser en la vida
romero,
romero sólo, que cruza
siempre por caminos nuevos;

ser en la vida
romero,
sin más oficio, sin otro nombre
y sin un pueblo…

ser en la vida
romero…romero…sólo romero.
Que no hagan callo las cosas
ni en el alma ni en el cuerpo…

Pasar por todo una vez,
una vez sólo y ligero, ligero, siempre ligero.

  León Felipe (el poeta de Tábara)
(1) Romero: Peregrino que va a Roma. 
He andado muchos caminos,
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares,
y atracado en cien riberas.

Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.

Nunca, si llegan a un sitio,
preguntan a dónde llegan.
Donde hay vino, beben vino;
donde no hay vino, agua fresca.

Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y juegan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.

                                                                                                   Antonio Machado
LISBOA  "Quem náo viu Lisboa, náo viu coisa boa"
Plaça del Rossío
Los Jerónimos


El fado es el alma, es el sentimiento de una Lisboa
en eterna melancolía.
El mirador de Santa Justa
Calle típica de cualquier
ciudad portuguesa.
Una quinta (cortijo). En este caso
es una bodega

OPORTO (PORTO para ellos) É a cidade que deu o nome a Portugal – desde muito cedo (c. 200 a.C.) ...
El Ponte María Pia sobre el río Douro
Estación de San Bento (Renfe)
El típico gallo de Barcelos

Eso también es Portugal
Atando manojos de centeno
Cochinillo en Mealhada
 (entre Coimbra y Aveiro)

Tranqui, que sólo es un maniquí
colgado de un balcón en una
de las calles del puerto
de Oporto.

Los Bombeiros Voluntarios. Muito obrigado. La mayoría de las noches dormí sobre el colchón o colchoneta que me tendieron en el suelo del salón de actos o del gimnasio.
Pasamos Valença do Minho y al otro
lado del puente aparece Tuy
Redondela
Paisajes de ensueño, camino de Negreira
Uno de los albergues, en Olveiroa
(entre Negreira y Fisterra)
Un cruceiro. Para ahuyentar los
malos espíritus (demonios y demás calaña),
colocaban los gallegos estos cruceiros
 en los cruces de caminos (de ahí su nombre)
Y al fondo se adivina el mar de Fisterra
Perderte con el sol en el fondo del mar
Cuenta la leyenda que en este cabo (Finisterre), el lugar más occidental de la península, se hallaba la llamada Ara Solis (altar del Sol), donde solían peregrinar los celtas de Galicia para ver al Sol hundirse en el horizonte al atardecer y rendirle culto.
Los celtas se bañaban desnudos, después de haber quemado todo lo que llevaban puesto.  Para ellos eso significaba  renunciar a la vida pasada y purificarse el cuerpo y el alma. Como muestra de esa purificación recogían una concha (vieira) y la llevaban a los druidas (sacerdotes celtas)
AHORA A PENSAR EN EL PRÓXIMO: ¿DESDE PARÍS O DESDE BARCELONA...?