domingo, 9 de julio de 2017

¡¡ADIOS, ANTONIO!!




Si se calla el cantor calla la vida
porque la vida misma es todo un canto;
si se calla el cantor muere de espanto
la esperanza, la luz y la alegría.

(Horacio Guaraní / Mercedes Sosa)



La garganta llena de cantares
("porque la vida misma es todo un canto").
La cara iluminada de sonrisas,
los ojos chispeantes de alegría.
Esa mano amiga sobre el hombro.
charla que te charla en la Prazuela.
Y te fuiste, Antonio, cantando las viejas canciones,
sintiendo los aires y los ritmos de la tierra,
(Valleluengo prendido en el alma)
rememorando aquellas calles de tierra y de barro,
las travesuras y las vivencias de la infancia.

Antonio con gorra de marinero

Federico - Santos y Antonio, en Eibar (año1967)
Y te fuiste, querido Antonio, y nos dejaste
con el recuerdo dolorido de las despedidas,
 la lección bien aprendida,
el testimonio de la valentía y del coraje, 
de la resistencia y del amor por la vida.

Porque te agarrabas a la vida, 
los cantares como asidero, 
aferrado a las vivencias del pasado.
Y siempre la esperanza como lámpara encendida.
("¡Venga, venga, que tengo que estar listo para ir a cantar a San Mamés!")


Yo te prometo, Antonio, que seguirás cantando,
que volverán las rondas y las alboradas,
que el aire se vestirá de fiesta 
al son de la gaita y del tamboril.
Y TÚ ESTARÁS PLETÓRICO DE SONRISAS,
LA MANO AMIGA SOBRE EL HOMBRO
DE QUIENES TE ECHAREMOS SIEMPRE DE MENOS. 


Que se levanten todas las banderas,
cuando el cantor se plante con su grito,
que mil guitarras desangren en la noche
una inmortal canción al infinito.

(Horacio Guaraní / Mercedes Sosa)