CON EL BADAJO EN LA CRESTA - INDIGNADOS

SOÑAR:
- Perderse entre dunas y espejismos
en busca de utopías.

DORMIR:
- Relajarse en el oasis del olvido,
acunados por los sones monocordes
de los vientos de la santa indiferencia.

DESPERTAR:
- Deslizarse por el filo de la espada
que separa
la utopía de la cruda realidad.

UN RÍO CRECIDO, UN RÍO INDIGNADO

 Encaucemos las aguas torrenciales

que arrastran la utopía.

Galopando la corriente que nos lleva

cruzaremos INDIGNADOS

las aguas del mar,

conquistando, victoriosos,

la otra orilla.

 Somos libres, compañeros,

merecemos el descanso

del guerrero.

EL RÍO NEGRO

FLUYE TRANQUILO Y SERENO,

EN SILENCIO,

EL RÍO NEGRO,

Y GUARDA CELOSO

EN SUS AGUAS

LOS SECRETOS

DE OTROS TIEMPOS.

BAJA EN SUAVES SUSURROS,

A LA SOMBRA DE LAS ALAMEDAS,

DE LOS FRESNOS,

LOS HUMEROS

Y LOS CHOPOS.

¡CUÁNTA VIDA,

CUÁNTA SAVIA EN SUS ORILLAS!,

CON LAS VACAS PASTANDO

MANSAMENTE LOS JUNCALES

Y LOS MOZOS Y LAS MOZAS YA LOZANAS

RETOZANDO EN LA CORRIENTE

DE SUS AGUAS CRISTALINAS.

VALDIGUICIA

Corre el agua cantarina.

- ¿Dónde su manto de armiño?

Corre el agua cristalina.

- ¿Dónde las risas y trinos?

Corre el agua cantarina.

- ¿Dónde el bullicio y los niños?

Corre el agua cristalina.

-Valdiguicia va hacia el río

y se sumerge en el Pilo.

Corre el agua cantarina.

-Con un silencio perdido

en la añoranza, en baldío.

Corre el agua cristalina.

- ¿Dónde se fueron tus gentes?

- ¿Por qué no cantan las fuentes?

TESTIGOS MUDOS

TESTIGOS MUDOS DEL TIEMPO,

HERIDAS ABIERTAS

POR DONDE SE FUE LA VIDA.

VALLELUENGO NO MUERE

 Y quién se atreverá a apagar

la luz de la última estrella.

Quién será capaz de bajar el telón

de la noche al terminar el último acto.

Quién será el osado

que le vista la mortaja

a este pueblo.

De dónde soplará el viento

que borre la estela del humo

del último leño.

Mientras la memoria nos sea fiel,

la llama del candil permanecerá

siempre encendida.

EN BUSCA DE ESPERANZAS

Cuando ya la noche se haya ido.

Cuando el cielo se haya despojado

                       /de la última estrella.

Cuando el fuego de un horizonte

                             /incandescente

anuncie un nuevo día.

Cuando se agote el silencio

y un concierto de trinos

dominen los rumores de las hojas

en los fresnos de los prados.

Cuando se haya vaciado el zurrón

de las pesadillas de los sueños.

Cuando las flores sonrían al sol

y con el canto del día

inunden de fragancia

mi última esperanza.

Entonces ven,

y haremos un nido de amor

a la orilla de la fuente.