Un día Juan, guiado por la curiosidad, se puso a escarbar entre los recuerdos familiares que se amontonaban en aquel viejo baúl. Era la primera vez que le picaba la curiosidad por comprobar lo que se escondía en aquellas carpetas de cartón azul y allí encontró de todo: resguardos o recibos de misas pagadas al cura párroco; letras o cheques; unas escrituras o contrato de compra venta de unas tierras que un bisabuelo suyo había adquirido a una cofradía del pueblo (hablaremos de ello en un próximo capítulo), etc.
Al principio no le dio mayor importancia, a fin de cuentas no eran más que papeles muertos, que contaban cosas del pasado y nada más.
Pero resulta que son documentos de los años 30 y de esa época apenas tenemos noticias escritas sobre los acontecimientos y sobre los usos y costumbres del pueblo. Por eso han de tener su interés y con ese motivo los traigo aquí.
Año 1934. 4 pesetas por una misa. Eso ¿es mucho?, ¿es poco? ¿Qué referencias tenemos sobre otros precios o ganancias de esos tiempos en Valleluengo para que podamos comparar?
Valleluengo subsistía dentro de los límites de la llamada economía doméstica o de autoconsumo, es decir, que se autoabastecía produciendo prácticamente todo lo que necesitaba. Los escasos ingresos que se podían generar procedían de la venta de algún cebón (cerdo cebado), algún jamón ya curado, castañas, alguna docena de huevos, uno o dos terneros, media docena de corderos y pare usted de contar. Por tanto, el dinero contante y sonante era muy escaso.
Cada casa disponía de su propio horno. El trigo que se recogía se molía en molinos de Rionegro, de Peque o de Otero de Centenos. A veces la harina no llegaba para todo el año, con lo cual, en este caso, había que renunciar al autoconsumo y sacar los "cuartos" de donde no los había para poder ir tirando.
Con los pagos nos pasa otro tanto de lo mismo. Algunas familias empleaban a segadores llegados desde Galicia. Sí sabemos que para ese año (1934) ya la República había dispuesto un salario mínimo para los trabajos del campo, que ascendía a la cantidad de 5,50 pesetas por día trabajado (2,69 ptas para las mujeres). Pero eso no quiere decir que los segadores percibieran ese jornal.
Año 1933.- 35 ptas por un funeral. Seguiremos indagando precios y salarios para comparar y poder tener un criterio.
Salarios.- Albañil.-........................... 1,55 ptas / hora
- Peón de albañil.-...............1,00 " "
- Fábrica.- .......................... 8,00 ptas / día
- Maestro.-......................... 8,33 ptas / día
Algunos años más tarde, cuando apareció el fantasma del hambre, con las secuelas del estraperlo, el contrabando y la cartilla de racionamiento (los años que siguieron a la guerra), los precios hacían prácticamente imposible el acceso a los alimentos básicos, sobre todo en las ciudades.
Precios.- - Pan.-................................ 0,70 ptas/kg
- Aceite.-............................ 2,20 ptas/l
- Tocino.-........................... 2,75 ptas/kg
- Patatas.-........................... 0,31 ptas/kg
- Carne de ternera.-............ 6,28 ptas/kg
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Centro de Acogida del emigrante en Puerto Madero![]() |
Uno de los personajes ilustres que pasó por ese Centro de Acogida, también en el año 1933 fue el gran poeta español Federido García Lorca.
Cada vez que ahondamos un poco más en las andanzas de aquellos hombres y mujeres que con esfuerzo y sacrificio clavaron el arado en los surcos y sembraron de esperanzas los vientos que mueven las aspas de los sueños que nos llevan...crece nuestra admiración y cariño hacia ese pasado nuestro que heredamos como legado.