viernes, 18 de noviembre de 2022

EL OTOÑO DE LA VIDA


"aprovechemos el otoño
antes de que el futuro se congele
y no haya sitio para la belleza
porque el futuro se nos vuelve escarcha..."
MARIO BENEDETTI.

Otoño, caricia de lluvia tierna y de melancolías. Borbotones de nostalgias, rebuscando entre el  mullido manto de las hojas, los recuerdos.
Otoño, jornadas de retiro interior, revisando los adentros, ("lejos del mundanal ruido..."), supervisando los recovecos del alma, buscando el silencio como reclamo, como refugio. Igual que el poeta, uno va sintiendo que también de su alma han empezado a caer las hojas. Es tiempo de otoño.

El poeta Pablo Neruda observa el otoño como una estación o etapa de despedida de la vida. Va echando de menos las cosas buenas, las cosas que, sin que uno lo pretenda, ha ido dejando atrás: la hora de las espigas - la mano que te induce - la rosa que desates - la boca que te bese - ...

La mariposa volotea 
 y arde con el sol, a veces

Mancha volante y llamarada,
ahora se queda parada
sobre una hoja que la mece

Me decían: No tienes nada.
No estás enfermo. Te parece
.

 Yo tampoco decía nada.
Y pasó el tiempo de las mieses
                                                   
Hoy una mano de congoja                                                    
llena de otoño el horizonte                                                    
y hasta de mi alma caen hojas.


Me decían: No tienes nada.
No estás enfermo. Te parece.
                                                                       
 Era la hora de las espigas
 El sol, ahora, convalece.   
                                   
Todo se va en la vida, amigos.  
Se va o perece.

Se va la mano que te induce 
Se va o perece.

 Se va la rosa que desates.                                                   
También la boca que te bese.

El agua, la sombra y el vaso.                                                
Se va o perece.                                                                      
                       
Pasó la hora de las espigas.
El sol, ahora, convalece.  

Su lengua tibia me rodea
También me dice: Te parece.

La mariposa volotea,
revolotea,
desaparece.

PABLO NERUDA