Tengo que reconocerlo. Era como una espina que llevara clavada dentro. Lo había tenido que escuchar muchas veces y había tenido que tragar saliva y armarme de paciencia. Que si estas tierras de Castilla, que si estos paisajes tan áridos, tan anodinos, tan pobres de espíritu, tan aburridos, tan... Y yo estaba hasta las narices.
Y había visto a caminantes, que se las daban de trotamundos y de gentes abiertas a beberse todos los vientos, que al llegar a Burgos tomaban el bus o el tren y se bajaban en León para continuar la marcha andando hasta Santiago, porque el camino por tierras de Castilla "no merecía la pena".
Y, en parte por eso mismo, me decidí y, mochila en ristre, emprendí la marcha siguiendo las flechas que marcan el Camino de Santiago desde Madrid hasta Sahagún, donde enlaza con el Camino Francés.
Y el Camino me enamoró y me quedé prendado de toda la belleza que emanaba de esos campos "áridos y yermos... aburridos y apagados..." (No está la miel hecha para la boca del burro... Lo siento).
Las torres de La Castellana pegadas al culo hasta llegar a la misma sierra.
El Camino desde Madrid se funde con la Vía Pecuaria, que seguían los rebaños de ovejas o vacadas trashumantes, que aprovechaban los pastos de la sierra en los veranos y bajaban a las llanuras para el invierno
Las tierras de pinares. Segovia y Valladolid. Se pierde la vista hasta el infinito. Caminos de arena.Los pinos sangrados para la obtención de la resina.
Puente Duero y Simancas
Cigüñuela - Wamba - Peñaflor de Hornija - Castromonte.
Medina de Rioseco - Cuenca de Campos - Villalón
Contrastes: la Castilla que fue, victoriosa y prepotente y la Castilla amilanada - arrodillada - arruinada...
AGRADECIMIENTOS
Atrapado en Nieva. Tampoco encuentro dónde pasar la noche y otra vez se me presenta la casualidad, con una sonrisa y la mano tendida.
Andrei y Alexandra se compadecieron. Me había perdido - así como suena - perdido en medio de una llanura infinita, de los campos de cebada desmelenados al sol inclemente del mediodía. Me acercaron hasta Santa María la Real de Nieva y allí, en la terraza de un café, me contaron su vida de emigrantes rumanos y nos hicimos amigos. Residen en Nava de la Asunción. Muchas gracias a los dos.
