viernes, 8 de septiembre de 2023

ES DE BIEN NACIDOS SER AGRADECIDOS





             
                   






foto central



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Y claro que sí. No cuesta nada agradecer la labor que algunas personas, de manera desinteresada,  van haciendo en el pueblo. Han sido  muchos los que han colaborado en las tareas que soportan toda la actividad  desarrollada a lo largo del mes de agosto, también de forma desinteresada. Para ellos y ellas va también el agradecimiento del pueblo y de este blog. Quiero destacar a quienes aparecen en las fotografías de esta página porque son dos trabajos de excepción. Tanto el mapa como la terraza del bar dan un plus al aspecto físico del pueblo, de tal manera que, poco a poco, nos vamos acercando al aspecto que vemos en otros pueblos (con la diferencia de que en otros pueblos, casi siempre, es el resultado de la aportación de las Instituciones: Junta, Diputación, Ayuntamiento, etc. y en Valleluengo, casi siempre también, los emprendedores y los que doblan el espinazo -por nada- es nuestra gente de Valleluengo). 


 El mapa de las rutas hacía tiempo que estaba proyectado. Es una forma más de dar a conocer el pueblo, animando a los amantes de la Naturaleza y del deporte al aire libre, tanto a los que viven y disfrutan de Valleluengo, como a los que vienen de fuera y pueden tomar del mapa la información que precisen.
Es un mapa topográfico, sobre el que se han marcado 5 rutas: 
Decir, antes que nada, que cada ruta lleva sobre el margen derecho del mapa su QR. Si hacemos una foto con el móvil al QR de la ruta elegida, nos aparecerá toda la información (de manos de Isabel), en texto y gráfica, con las fotos de los  waypoints (puntos de interés) más destacados.

1ª.- Ruta del Valle de la Duerna.-
 Un lugar en el que se respira paz. En mitad de la pradera está la fuente de la Duerna, donde aprovechamos para refrescarnos. Después cruzamos la pradera para penetrar en un bosque de encinas cubiertas de líquenes plateados hasta llegar al cruce de las Fontaninas. Atravesamos el asfalto, tomamos un camino paralelo a la carretera y, poco a poco, divisamos la población de Valleluengo, donde termina nuestra ruta.


2ª.- Ruta de los carballos de Matacabo.-
La ruta parte de la iglesia de Valleluengo. Cruzamos el Barrio de Arriba y nos alejamos del pueblo por un camino que nos conduce a la Poza de Los Chiqueros. Aquí el valle se abre en una pradera salpicada de encinas, en la que encontramos la huella de antiguos caños de riego. Pasamos junto a un imponente roble conocido como el Carballón, desde donde se aprecia una espléndida panorámicas del paisaje que dejamos atrás.
Seguimos la marcha para dirigirnos al valle de Matacabo, un bosque de robles y carballos que parece salido de un cuento de hadas.

3ª.- Ruta de la ribera del río Negro.-
Atravesamos una pradera y comenzamos la ascensión por un sendero que se interna en el monte, estamos en el Camino de la cantera. Desde el alto contemplamos el paraje del Picón, junto al río, y entre encinas vamos bajando hacia el río Negro. Continuamos por la pradera que bordea el agua. Pasamos junto a las ruinas de un antiguo molino y más adelante junto a la Peña de cocer las madejas y la zona de baño del Pilo. Avanzando, dejamos a la izquierda la entrada de uno de esos lugares mágicos que tiene el río: es el Valle de Valdiguicia, un maravilloso rincón de musgo y agua. Pero esa es una ruta que dejamos para otro día…, así que continuamos caminando por la ribera. Más adelante nos encontramos con las Pasaderas del camino de Rionegro, un vado del río donde antiguamente había unas piedras grandes que lo atravesaban y hacían de puente hacia la localidad vecina. Más adelante, una isla en medio de la corriente señala que estamos en el paraje de Las Guínsulas.

4ª.- Ruta de las bodegas de Valleluengo.-
Regresamos al camino inicial y entre encinas llegamos a un alto: estamos en la Raya, un paraje despejado desde el que se divisa la Sierra de la Cabrera. Giramos a la izquierda y continuamos ruta. Nos encontramos con un cruce de caminos y tomamos el de la derecha para descender hasta la ribera del río Negro, a la altura del viejo molino. Allí podemos ver las antiguas pasaderas, grandes piedras que atravesaban el río y hacían las veces de puente. Llegamos hasta el Pozo del Molino, un paraje de verde y agua en el que se unen los dos brazos del río Negro. Esta es una de las zonas de baño de Valleluengo. Encontramos la otra, el Pilo, río abajo. Nos acompaña en el camino el murmullo del río y el frescor de las praderas y los aliso


5ª.- Ruta de las peñas - Valle de Valdiguicia.-
Partimos de la iglesia y emprendemos ruta bajando por un camino de hierba, las Colagas. Desembocamos a la altura del parque y giramos a la derecha. Poco después encontramos la primera peña de nuestro recorrido: la peña Requijiqui. Atravesamos una pradera y, en la intersección, tomamos el camino de la izquierda, que nos conduce al valle encantado de Valdiguicia. Nada más entrar nos encontramos con la peña Furada, más adelante la peña de los Moros y más allá la peña de la Zorra. Y entre fresnos y encinas descendemos por la orilla del regato. Este es un paseo para hacer sin prisas, disfrutando del paisaje maravilloso y del sonido del agua (cuando la lluvia ha sido generosa y llena el arroyo).


Javi ha hecho gala de comportarse como un buen guía y su labor ha dado este resultado. Junto con Isabel, que han realizado todo lo que podemos considerar como trabajo de campo. Rubén y Chema se han dedicado a la parte técnica (informática), y entre los cuatro (labor de equipo) han sacado el proyecto adelante.
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Creo que los tres que cito como participantes en la reforma de la terraza del bar lo han petao. Creo que eso mismo es lo que piensa la mayoría de la gente que lo ha visto. Ha sido una reforma ambiciosa y digna del reconocimiento de todos. 

El mundo está lleno de  retos y de proyectos que van de la mano de voluntariado.