miércoles, 3 de febrero de 2021

PRIMER AÑO SIN SAN BLAS

 

Y qué le vamos a hacer. Para otro año será. Que somos muy complacientes y nos conformamos fácilmente con lo que nos depare el destino. ¡Que sea lo que Dios quiera, clamaban nuestros viejos ante cualquier adversidad! Recetas de resignación y sumisión.
Pero no, no debemos dar alas al conformismo ni a la ciega sumisión. Las adversidades son unos nubarrones negros y feos que nos borran el horizonte y nos impiden vislumbrar la luz del amanecer. Y esas adversidades ciegan la esperanza y te minan las ganas de vivir. Pero, aunque no aparezca claro el horizonte, tenemos la certeza de que el amanecer espera paciente al otro lado.
Por eso, yo en este punto siento discrepar de las "sabias consejas" de mis mayores y  no creo que sea bueno caer en las redes de ese conformismo estéril. Así que ¡ale! vamos pa´lante, arreamos la burra y emprendemos de nuevo la marcha.

Emprendemos la marcha a lomos de los recuerdos de las últimas fiestas de San Blas. La ocasión merece la pena. A falta de celebraciones para este año 2021 se me antoja que podamos servirnos de las nostalgias que seguro encontraremos en el álbum que he recopilado y que os lo dejo aquí, en este blog renacido, para que lo disfrutéis. 
 El registro de san blases me da hasta el año 2012. Traigo aquí una pequeña reseña de cada celebración. Me quedo con que cada año hemos mejorado, hemos puesto el listón más alto. Lo de este año ha de ser una excepción, un paréntesis que las circunstancias nos han impuesto. Nada más.

AÑO 2012

Y llegó San Blas y lo celebramos por todo lo alto, como debe ser. Día frío, con los mismos vientos siberianos de otros años (yo guardo esos recuerdos frioleros de cuando era un rapá). Sin embargo, el frío no impidió que la gente de los pueblos de alrededor acudieran a pedir al santo que les tuviera en cuenta a la hora de ponerse malos de la garganta.
Entre los asistentes, el ti Jesús, de Rionegro. 91 años. ("Iba a venir andando desde el pueblo, pero no me han dejao. Esta juventud ya no vale pa nada. ¡Uy de mí, la fiesta que hacían antes!") Se resistió el ti Jesús a que se le sacase la foto, pero al final claudicó.

AÑO 2013

Este año con cartel anunciador y todo. Vamos avanzando. - Aquí falta una gaita - decían algunos de los de fuera - Y tenían razón, porque ése habría sido el remate a un día bonito, lleno de sol, de alegría de la buena y de convivencia. 

Eramos 14. Nos atrevimos con los pollos de corral de Jesús el de Emilio y con los conejos de Ignacio. Nos pusimos las botas y prometimos volver, porque es que así vuelve cualquiera. 



AÑO 2014

La guinda llegó al final, al calor de los orujos. Algunos, que estaban especialmente inspirados ese día, tuvieron la feliz idea de proponer la creación de una asociación, que llevara el nombre de "AMIGOS DE SAN BLAS". Y fue dicho y hecho. Hubo unanimidad, se tomó en serio la cosa,  y allí mismo -aquí te pillo, aquí te mato- se formalizó la idea, con votación incluida. Faltan los trámites y falta la información a todos los interesados.


En los próximos días saldrá toda la información en este mismo blog.


AÑO 2015

Recuperar, rescatar, que da lo mismo. Recuperar la vida, rescatar las calles del silencio baldío. Ese silencio que se incrusta en las paredes como una costra vieja. Un silencio vacío, que te deprime la esperanza.
Amaneció el día arisco, desaborido. Un día propio de San Blas, como casi todos los años, con ese viento soplando frío desde la sierra nevada (aunque en lo que va de año, aquí en el pueblo, no se haya recibido ni una chispa de la nieve abundante por parajes cercanos. - Nada - dice la gente quejosa - aquí sólo nos llega el frío, no hay manera de que nieve o llueva, aunque sólo bufarrine un tantico, una pizca...) 
Cocina del bar del pueblo





AÑO 2016


Preparativos de víspera 


Como manda la tradición, la víspera hay que preparar al santo (acicalarlo, amarrarlo a las andas, revestirlo...Antes decíamos que había que afeitarlo...). Este año se ha dispuesto también una mesa con los dulces típicos de San Blas y los bollos marimones, que habrían de ser bendecidos y consumidos debidamente por los fieles devotos, (y también los de-bota...), a los postres de la comida. (Aunque esto no rezara en la historia de la fiesta del pueblo).

En procesión



AÑO 2017

Llueve en San Blas y llueve sin pausa ni contención. Cae una lluvia arisca, envalentonada por el viento, el viento que no ha de faltar, siempre fiel a la cita de San Blas.

 
No pueden faltar. Lo mismo que el viento o puede que la misma nieve, el aire frío y desapacible que se cuela por cualquier colaga..., pues así la gaita, que te pone la piel de gallina; y los cohetes, el estruendo de los cohetes, aunque los perros se caguen de miedo... Todo eso es San Blas: viento - frío - gaita y cohetes...

AÑO 2018 

Un día de sol y de viento helado. Honor y honra a los san blases (lo escribo de este modo, separado, porque si escribo "sanblases", puede que se confunda con las tortas o dulces llamados así) de siempre. Así ha de ser, para romper el maleficio de los refranes ("Si la Candelaria (2 de febrero) plora el invierno está fora y si no plora, ni dentro ni fora...")


AÑO 2019

Y luego esos aires limpios y helados de la sierra, cargados de mensajes de esperanza. Los mismos aires de siempre, que toman carrerilla por La Chana abajo, se cuelan desde la Prazuela y van barriendo o van desperezando las calles del pueblo de la modorra estéril, del letargo invernal... ¡Venga, venga, arriba! Dejemos los bostezos y pongámonos en marcha.


AÑO 2020

Porque este año hemos sido más. Este año
hemos doblado el número de asistentes de otros años. Nos juntamos 40 para comer en el bar. Eso lo dice todo. Modesto hacía 55 años que no venía a San Blas y allí estuvo como un clavo, rememorando los viejos recuerdos, desgranando los san blases de sus años mozos. "Tengo 92 tacos y no venía desde que me fui a Alemania".


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miércoles, 8 de abril de 2020

"CUANDO LA TORMENTA PASE..." (VALLELUENGO EN ARGENTINA"









Eduardo Velaz Toledo vive en Buenos Aires, en Ramos Mejía, para ser más exactos. D. Paco, su abuelo materno, descendía de Valleluengo. Era hermano de la ti Obdulia y de Esperanza. En el año 1924, recién llegado de la guerra de Marruecos, se embarcó para Buenos Aires.

Bien, pues Eduardo me acaba de enviar un poema y me propone su publicación en este blog. Dice que es un poema bello, que merece que lo compartamos y que hagamos juntos la reflexión que nos sugiere para cuando "pase la tormenta". Se ajusta a los tiempos que corren. En estos momentos todos llevamos el nudo en el estómago, la angustia,  el pesar... En España, en Argentina, en todo el mundo... Ahora más que nunca necesitamos el abrazo y la comprensión, la empatía (ponernos en el lugar del otro) y la compasión.



Acompaño el texto del poema con imágenes de una primavera desbordante en Valleluengo (primavera pasada, año 2019), junto a las jacarandás que dan el color característico a los parques y calles de Buenos Aires. Hermanados y esperanzados: Primavera = explosión de vida y color


Cuando la tormenta pase
y se amansen los caminos
y seamos sobrevivientes
de un naufragio colectivo.
Con el corazón lloroso
y el destino bendecido
nos sentiremos dichosos
tan sólo por estar vivos.


Y le daremos un abrazo
al primer desconocido
y alabaremos la suerte
de conservar un amigo.
Y entonces recordaremos
todo aquello que perdimos
y de una vez aprenderemos
todo lo que no aprendimos.


Ya no tendremos envidia,
pues todos habrán sufrido.
Ya no tendremos desidia,
seremos más comprensivos.
Valdrá más lo que es de todos
que lo jamás conseguido.
Seremos más generosos
y mucho más comprometidos.


Foto: Prensa-latina.cu

Entenderemos lo frágil
que significa estar vivos.
Sudaremos empatía
por quien está y quien se ha ido.
Extrañaremos al viejo
que pedía un peso en el mercado,
que no supimos su nombre
y siempre estuvo a tu lado.


Y quizás el viejo pobre
era tu Dios disfrazado.
Nunca preguntaste el nombre
porque estabas apurado.
Y todo será un milagro.
Y todo será un legado.
Y se respetará la vida,
la vida que hemos ganado.


Cuando la tormenta pase
te pido Dios apenado,
que nos devuelvas mejores
como nos habías soñado.


(Alexis Valdés. La Habana, 1963)



 Gracias, Eduardo, por este regalo.
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Aprovecho la ocasión para refrescar algunos recuerdos y amistades que pude atesorar en aquella tierra tan querida. Tuve la fortuna de conocer en Buenos Aires a tanta gente extraordinaria, tantos descendientes de emigrantes que añoraban y agradecían el saludo de la tierra de sus ancestros. Llevaban el corazón a flor de piel, los sentimientos y los afectos desbordados, la añoranza.

Los nietos de D. Paco sienten a Valleluengo como algo propio. Sienten el orgullo de pertenencia, el arraigo  y la querencia por la tierra de sus abuelos (Dª Genoveva, la esposa de D. Paco, era de Olleros de Tera).



Eduardo al fondo. Sentados: Miguel A., José Alberto y Hugo. Detrás Miriam, Miriam, Silvia, Liliana y la joven Camila.  (Falta Andrés, hijo de Eduardo, que hizo de fotógrafo)



Una imagen vale más que mil palabras. He aquí la muestra. Eduardo tuvo el detalle de enmarcar y colocar en un lugar destacado de la casa la remera (camiseta) y el pañuelo de la Asociación "Amigos de San Blas", como si de una reliquia se tratara. Cuidar y mantener los símbolos del pueblo (sus raíces) como oro en paño.
Un abrazo para tod@s, con el deseo de que "pasemos" cuanto antes
"la tormenta".