Mereció la pena. Uno de esos días a comienzos del otoño, un día tierno, con el mimo de un sol suave y placentero, nos dio por asomarnos, casi por curiosidad, a la ciudad amurallada y... mereció la pena.
Una joya, una maravilla.
Una de las 15 ciudades españolas declaradas Patrimonio de la Humanidad. Avila, una de las tres ciudades de Castilla y León, junto con Salamanca y Segovia, que tienen el honor de pertenecer al grupo.
Pasear recorriendo cada paño de la muralla, a lo largo de los paseos de ronda o de los adarves (que así se llaman esos paseos).
La catedral, al amparo de los muros, la piedra limpia y desnuda de la muralla abrazada mansamente a la piedra erguida y soberbia del templo.
(Como tú,
así es mi vida
como tú,
piedra ligera...
...como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia...)
León Felipe (poeta de Tábara)
(Sigo andando
y no sé si soy yo quien va soñando
o es Ávila quien sueña)
Luis Larreta.
Avila merece una visita. Ahí queda la propuesta para agosto.
¿Qué más se puede agregar a tanta belleza y descripción?. Solo queda valorar las palabras y respeto de quién da vida a la historia. Gracias José, un gran gusto leerte. Impecable como siempre. Saludos desde Argentina. Atte. Eduardo Velaz Toledo.-
ResponderEliminarComo siempre, gracias, Eduardo.
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