La tarde se vistió de otoño. El cielo gris prometiendo una lluvia compasiva.¡Bendita sea! Agua bien caída, aliñada con la temperatura suave, propicia la salida de las setas, alimenta las nostalgias y le da ese color al campo y a la vida. Melancolías.
Niebla meona. Una niebla que cala. Se necesita suficiente fuerza de voluntad para salir a campo abierto. A no ser que uno tenga sus razones
1ª RAZÓN.- Las castañas. Están empezando aún, pero ya valen para comerlas crudas, asadas, cocidas...
2ª RAZÓN.- Las setas. No hay muchas, pero algunas hay.
Uno disfruta rebuscando entre los chaguazos, olisqueando,
azuzando el olfato y, poco a poco,
van apareciendo.
Amanita muscaria. ¡Ojo con ella! (Muy tóxica). Pero no se le puede negar la belleza, el color, el paisaje - y a los que nos gusta recoger setas, sabemos que donde hay de "las malas", "las buenas" no deben andar tan lejos
Irán apareciendo, no hay que desesperar. Hay que tener paciencia. Ahí los tienes, delante de tus ojos y de tus narices. Sobre todo de tus narices. Huélelos. Un olor penetrante, húmedo. Dicen algunos buscadores que ellos siguen el "rastro" del olor y dan con ellos.
El boletus edulis, el pinícula
Boletus edulis (entre los chaguazos y carqueisas)
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Boletus pinícola (debajo de las
encinas) |
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Camuflados entre la hojarasca,
confundidos con las piedras
del mismo color (Ver imagen
¿cuál es la seta y cuál la piedra?) |
Poco a poco, sin desesperar, la cesta se va llenando. Ha merecido la pena
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| Las bolas de nieve |
"PEZ-QUEÑINES", NO, GRACIAS.
A PESAR DE QUE LOS GUARDAS DE MEDIO AMBIENTE VIGILAN LA RECOGIDA, HAY GENTE QUE ARRASA CON TODO...Y ESO NO VALE.
RESULTADO FINAL: COMO UNA SOPA. EMPAPADO HASTA LOS HUESOS
(PERO LO QUE HEMOS DISFRUTADO...!!!)
FOTOS: HUGO
