domingo, 23 de septiembre de 2018

UN AGOSTO MÁS EN VALLELUENGO.- III.- A LA PRESA ROTA

"Me llaman sanabresa,
sanabresona
y ojalá fuera mía
 Sanabria toda"
(Corrido sanabrés)

El Parque Natural de Sanabria se sitúa en las estribaciones de las sierras Cabrera y Segundera. Se extiende por los municipios de Galende - Cobreros - Trefacio y Porto. La variedad de paisajes y de posibilidades para recorrerlos es siempre un motivo para que uno se olvide del peso de los años y se tire al monte como las cabras. Fue una temeridad, pero fue también una experiencia inolvidable.

III.- A LA PRESA ROTA


Dificultad: alta. Distancia: 23-24 kms. ida y vuelta). Duración: 10 horas y media.
Estos son los datos que nosotros anotamos y que coinciden, más o menos, con los que aparecen en las fichas consultadas. La correlación entre la distancia y el tiempo del recorrido da idea de la dificultad del camino.
Empezamos el ascenso. Son las 8 de la mañana. Conocemos las dificultades, pero no nos tiemblan las piernas.
Foto: El Camino de _MIGO (2011)
Es una ruta circular. Vamos a subir por la Senda del Cañón del río Cárdenas y Segundera (marcada en el mapa a la izquierda del lago -mancha negra-) hasta alcanzar la Presa Rota de Vega de Tera. Desde allí bajamos por la llamada Senda de la Presa Rota y la Senda de la Cueva de San Martín y el Cañón del Tera (en el mapa línea azul a la derecha, que desciende hasta el lago) hasta el "abrevadero" del Kiosko de bebidas que regenta el Sr. Luis a las afueras de Ribadelago el Viejo, aguas arriba del Tera.
Con la lengua fuera, hincando la pezuña, cuesta arriba. En el perfil de la ruta nos marca 1015 m en la partida y 1769 m en la cumbre. Así que podremos hablar de más de 650 m de desnivel.
"Pa las cuestas arriba 
quiero yo el burro,
que las cuestas abajo
yo bien las subo"
(Dicho popular)
Allá abajo se divisa la joya del Parque, el lago tranquilo y apacible. Es el lago de Sanabria, también llamado de San Martín de Castañeda. Es el lago de origen glaciar más grande de la Península Ibérica. Con una longitud de 3178 m, una anchura máxima de 1590 m. y alcanza hasta los 53 m  de  profundidad.
Una cabaña arriba del todo, un refugio fresquito y acogedor. El lugar ideal para dar cuenta del bocata y recuperar el aliento.
Una de las 20 lagunas que se divisan a lo largo del recorrido por el páramo, hasta llegar a la Presa.
"...Los valles dormían,
Los búhos cantaban,
Sonaba un cencerro,
Rumiaban las vacas..."
(Mi Vaquerillo.- José Mª Gabriel y Galán)
Abajo, en lo profundo del valle, asoma indiferente la presa que dio origen a tanto dolor y sufrimiento, a tanta injusticia injustificable.

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(ABRAMOS UN PARÉNTESIS)

HACE 25 AÑOS

Foto: Alfonso Macías.
En la foto, contando por arriba, de izquierda a derecha: José Mª - Jesús - María - Juan Antonio - Alfonso - Pili - Javi y José. Falta Eusebio Montero)
Nuestro homenaje y recuerdo lleno de cariño para el inolvidable Juan Antonio. (Tú y Javier íbais como motos a toda pastilla, marcando la vereda)
Foto: Alfonso Macías.
Os puedo asegurar que entonces había menos cuestas y si, por un casual, eran las mismas, yo considero que eran más caritativas o menos puñeteras..
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9 DE ENERO DE 1959


Sigue abierta la herida. Sangra aún la rabia contenida por tanto oprobio. Porque se fueron de rositas los culpables. Porque continua aflorando en la conciencia de las buenas gentes del lugar la sombra de la resignación. ¡Maldita sea!, ¡¡¡de la resignación!!! - Pasou lu que pasou...y qué le vamous a hacer... Y ahí están los datos, clavados como dardos en la memoria de un pueblo, arrancado de cuajo por la fuerza salvaje de la riada y maltratado y despreciado por las instituciones (que tienen nombres y apellidos de personas o personajes muy concretos...)
Ahí están los datos, desnudos, a las claras, sin ropajes: (Los recojo del blog "caminandocon-migo. Presa Rota de Vega de Tera. 2011).- "8 millones de m cúbicos de agua en la madrugada de una noche de invierno, en la que el termómetro de Galende marcaba -18ºC; un frente de agua de 9 m de altura que llegó rápidamente al pueblo de Ribadelago, situado 8 kms aguas abajo y que apenas tuvo tiempo de protegerse tras escuchar el estruendo del agua. 144 muertos, la mitad mujeres y niños, 28 cadáveres recuperados y ningún responsable procesado"
Presa de mampostería, finalizada en el año 1956 y que reventó 3 años más tarde, el 9 de enero de 1959. En el cartel que aparece al lado de los restos de la iglesia-capilla, nos cuenta que el boquete que se abrió mide 150 m. Y nos cuenta que allí trabajaron 1300 hombres, que ganaban 9 pesetas al día y trabajaban en condiciones extremas.
Restos del aglomerado con el que se construyó la presa. Testigos mudos desperdigados aguas abajo del cañón del Tera, algunos a más de 2 kms.
Restos de la iglesia-capilla, construida cerca de la presa.

Foto: El Camino de _MIGO (2011)
Monumento en Ribadelago Viejo, en homenaje y recuerdo de la catástrofe.

EL DESCENSO POR EL CAÑÓN DEL TERA

Y llegamos sin resuello a las aguas frescas y cristalinas (nos atrevimos a beber de ellas, tal fue la necesidad) de la llamada Cueva de San Martín.
Las fuerzas se agotan. Lugar idóneo para comer un bocao.
"Jóvenes, somos aún tan jóvenes..." (Canción de Los Mustang)


Camino no apto para quienes tengan problemas de vértigos.

Ahora sí. Se dio maña el señor Luis, el cantinero, en servirnos las cañas con gaseosa, una detrás de otra. La boca como un estropajo...
--¡Ay de mí!, pues si yo vos contara... Cuando yo era un rapá subía y bajaba al trote. Iba con mi hermano a buscar las vacas allá parriba. Muchas veces ya de noche... y con nieve... y aquí estoy, ¿y entonces?...

(Fotos: Erik Fuente)



miércoles, 19 de septiembre de 2018

UN AGOSTO MÁS EN VALLELUENGO


I.- UNA DE PULPO

Había que hacerlo, a pesar de los pesares, de los avisos y de las advertencias en contra.
- Si es que está por las nubes. Parece que los chinos o los americanos... controlan los precios y este año es exagerao. Así que a ver qué vamos a hacer...
- ¡Coño!, pues qué le vamos a hacer ni qué puñetas, hay que seguir como lo hemos hecho hasta ahora y sanseacabó...
Y así fue el trato. ¡Sanseacabó! No se hable más. Y allí cumplieron los pulpeiros y los comensales, dispuestos a disfrutar del pulpo a feira o del pulpo a la gallega: cocido sin más y aliñado debidamente con sal gorda, el aceite de oliva, pimentón y ajo crudo, si se quiere. Ahora añádele unos cachelos (patatas cocidas cortadas en trozos grandes, que para que sepan a gloria bendita, habrás tenido que cocerlas acompañadas de un buen  pedazo de tocino de barbada, por ejemplo...¡oh, cielos!!!)


Y, servidos los manjares en la mesa, aclamaremos como lo haría el primer poeta castellano, Gonzalo de Berceo, en sus primeros versos: "...bien valdrá, como creo, un vaso de bon vino..."



La prueba es la prueba... No quedó ni cinasco...



II.- PEREGRINOS POR UN DÍA

Desde Palacios de Sanabria hasta Puebla de Sanabria, una ruta marcada con flechas amarillas, las flechas que señalan los Caminos de Santiago. En este caso el Camino Sanabrés, un ramal del Camino de la Vía o Ruta de la Plata, que enlaza Sevilla con la ciudad del Apóstol.
Y que nadie nos rete... porque ¡buenos somos los de Valleluengo...! Nos pusimos en marcha a primera hora de la mañana y disfrutamos. Ya lo creo que sí. El aire puro, la naturaleza atenta y entregada. Sanabria pura, prados, castaños, explosión de vida y color... 
Y allí, a los pies del castaño milenario (- Oiga, le preguntó Javi al lugareño, por mor a tener unos datos más atinados que los que se discutían en la tertulia, ¿cuántos años puede tener el castaño? - Pues, yo no sé, pero dicen que pasa de los 900... -¡¡Coño!!, esa fue la expresión de estupor de los presentes...) Pues allí mismo hicimos parada y fonda para el bocata. Después de 2 horas largas de camino era hora de serenar ánimos y estómagos.
Y fueron quedando atrás veredas y caminos, algunos puentes y arroyos cantarines. Y algún pueblo fantasma... ¡ay los parecidos tan cercanos con Valleluengo...!
Pero también cabe un suspiro de esperanza porque de entre las ruinas y el abandono renacen iniciativas que ofrecen solaz y disfrute para quienes aman el silencio y la calma.
Cierta apariencia de cansancio (los años no perdonan, querido Angelito... (Menos mal que yo no aparezco en la foto...)). Un espejismo, un flash de un instante, porque hubo un trato exquisito por parte de de los "venteros" y hasta el mismo Sancho se hubiera extasiado de placer, ¡tales eran las viandas que sirvieron...!
Y al final, después de todo, nos quedará siempre el camino, que es el andar sin metas y sin ventas... El camino, siempre el CAMINO...