viernes, 14 de marzo de 2014

VALLELUENGO / SAYAGO: COINCIDENCIAS

Balneario "La Dama Verde"
En pleno corazón de Sayago (Zamora), relax y descanso merecido para los restos de estos huesos jubilados, en el balneario que lleva por nombre "La Dama Verde", en Almeida. Descanso y paz, expansión del espíritu. Alejado de los ruidos mundanos, apartado de las villas de Bermillo, Carballino y hasta de la misma Almeida, se aloja el viejo caserón en el mismo valle que lleva su nombre.
Peña que semeja la cabeza de un bastardo (se distingue
 perfectamente los ojos, cuernos, boca y colmillos) 
Dicen que de la grieta de esa peña sale la energía y es ahí
donde se aparecen los fantasmas, a los que llaman
"gigantes", por su tamaño.
 Un lugar enigmático y legendario. Hablan de apariciones de fantasmas en el caserón; de los fantasmas  llamados, "los gigantes", al lado de las peñas, donde mana la fuente de aguas sulfurosas que dicen que lo curan CASI todo. Algún clarividente asegura haberlos visto e incluso haber conversado y amigado con ellos ("No hay que tenerles miedo, son inofensivos..." -  lo dice como si nada, como si hablara del tiempo).
 Un lugar de donde emergen las fuerzas telúricas (fuerzas o energía que se encuentra en el interior de la tierra). Aquí y en este caso será la energía que emana de las entrañas de las peñas de granito. Los celtas buscaban esas energías y donde las encontraban allí construían sus lugares de culto o enterraban a sus muertos.
Dolmen (enterramiento celta) cercano al balneario
Un lugar donde se mezcla la ciencia, la historia y la arqueología con la imaginación popular. Permanecen las leyendas, las tradiciones y las creencias de los antiguos. Restos de la cultura celta y celtibérica: El bastardo (animal fantástico y mítico en la cultura celta, especie de serpiente cornuda) está presente y habita entre las peñas (ver fotografía de la 1ª peña)


COINCIDENCIAS: SAYAGO - VALLELUENGO (...ocho hermanos, ¿sí?, y los ocho apellidan lo mismo. Ya es coinsidensia, pues - se extrañaba el casero...)


Melujas en Almeida
Melujas en Valleluengo
Y, entre relajación y descanso, hubo tiempo y ganas para observar el paisaje, las costumbres y las formas de hacer y de vivir de aquellos pueblos y hubo también curiosidad. ¡Qué curioso, que allí, en Sayago también "miagaran" los gatos (...el gato maúlla y el perro ladra...) y que hubiera "melujas" (no morujas o marujas) y "cucurriles" (no cocorriles o cucorriles o roquiles), el pastor llevaba una "cacha" (en lugar de cachaba).
Pared en Carballino

















Al igual que en Valleluengo las "cortinas" estaban cercadas con paredes de piedra (sí, sí, cortinas, con ese mismo nombre). Me llamó la atención que también coincidía la técnica de construcción o de colocación de las piedras.
Echar el agua "pal prao"
Y lo de echar el agua "pal prao", exactamente igual, o que las ovejas paridas estuvieran recogidas dentro de la cortina, mientras el resto del ganado estaba extendido, pastando a sus anchas.
Pared en Roelos (kms de paredes, lo mismo en Salce)
Sin embargo, me di cuenta también de las diferencias, algunas de ellas muy palpables. Los campos de estos pueblos estaban vivos y pujantes, sembrados o en barbecho. (También hablaban de la "hoja"-"este año está sembrada la hoja de ese lao..."). Almeida estrenaba concentración parcelaria y todas las parcelas lucían cercas nuevas. Las paredes de las cortinas estaban intactas, bien conservadas, ni una piedra en el suelo. Esas paredes le dan un sello personal al paisaje sayagués y lo cuidan y valoran como patrimonio típico de la comarca


Ganados en Almeida. Destacaba el tamaño
 de los ganados en Villar del Buey, rayando las 1000
cabezas alguno de ellos

Tengo que confesar que se me encendieron como ráfagas todas las luces de los recuerdos de cuando yo era un rapá y quise reconocer en aquellos campos floridos de Sayago las vivencias de aquellos años en el pueblo. Eran los mismos prados, las mismas paredes de las cortinas, el centeno sembrado para ferraña, las mismas ovejas pastando... y era la misma luz, los mismos atardeceres y las mismas estrellas que poblaban las noches de luz. Y después llegó la pena...No es lo mismo...VALLELUENGO YA NO ES LO MISMO. 
ERA UN ESPEJISMO
Atardeceres

No hay comentarios:

Publicar un comentario