miércoles, 16 de septiembre de 2015

HACIENDO ADOBES

¡Qué guay eso de pisar, embarrarse, meterse y mancharse de barro hasta los hocicos!, ¡qué guay poder hacer todo eso y que nadie te diga nada, que no te echen la bronca! Qué va, si también lo hacen las mamis y los papis, ellos también se pusieron como un pincel...Y lo de los pelotazos de barro para aprovechar los restos que quedaban en el montón ¿qué?

Bien, quedó muy bien la experiencia. Se trataba de recrear una de las actividades que forma parte de las tradiciones del pueblo.

Que nuestros hijos y nietos conozcan los modos de construcción de las casas del pueblo.


El arte del barro...
                         la cultura del barro...




Que vayan conociendo los usos y costumbres, las formas de vivir de sus abuelos. 


        Porque no se ama lo que no se conoce.


Porque nos urge enraizar la pervivencia de nuestro pueblo... 


Foto Ana Ch.



...y esas raíces prenden como la hierba en primavera si se las riega a su debido tiempo.


MANOS A LA OBRA

Foto Ana Ch.



Se acarreó el barro desde Tras la Corta hasta la era, al lado de la Poza de Abajo


Preparado el barro, amasado, mimado como si se tratase de la masa para hacer el pan mismamente o para preparar un bizcocho.




A punto las adoberas. No han faltado las manos diestras y prestas al momento para construirlas. Así da gusto.


Foto Escoli
Foto Escoli
Foto Escoli
Foto Escoli
Y quedaron marcadas las huellas de manos o pies y las iniciales de los nombres de sus autores. Los adobes, amontonados en la era, como un recuerdo feliz. El próximo agosto construiremos la caseta, como un refugio de los sueños... El próximo agosto y cada agosto que pase por el calendario seguiremos soñando y reconstruyendo el pasado para cimentar el futuro de este pueblo. ¿Los constructores?..., ellos: los jóvenes y los niños.

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