sábado, 17 de febrero de 2018

EL TRABAJO DEL LINO EN VALLELUENGO

"Verde fue mi nacimiento,
azul mi primer flor
y, tanta fue mi grandeza,
que al Sacramento llegó"
(Adivinanza  sobre el lino, subida por Nieves Fuente al Facebook.)
Mañizo de lino. Museo Etnográfico de Castrocalbón
Hasta no hace tantos años Valleluengo permanecía aún sumergido en los tiempos de la época preindustrial, practicando una economía de subsistencia, esto es, con explotaciones agrícolas y ganaderas familiares, de las que obtenía lo necesario para satisfacer las necesidades de alimentación y de vestido. No se producían excedentes para poder vender y comerciar.
Museo Nacional de Cáceres
 En cada casa había lo imprescindible, lo necesario para pervivir: una pareja de vacas para los trabajos del campo, un burro para el transporte, 10 ó 20 ovejas, algunas gallinas, uno o puede que dos cerdos y pare usted de contar (algún conejo o colmenas...?).
Gavilla de lino recién cosechado. Museo Etnográfico de Castrocalbón.
El vestido se confeccionaba a partir de dos materias primas principales: la lana y el lino. La lana se empleaba más para hacer la ropa de abrigo: mantas, jerséis, etc.

Museo Nacional de Cáceres
 Con el lino fino se hacían sábanas, toallas, manteles, camisas para hombres y chambras (blusa) para mujeres. De la estopa (residuos o restos del lino que salen al cardarlo) se tejen los calzones (tengo entendido que rozaban hasta sangrar todo lo que tocaban...) o calzoncillos y las camisas de las mujeres.

Fardela o saco para trigo o harina. Museo E. de Castrocalbón

PROCESO DE ELABORACIÓN

Linar con el lino ya a punto de cosecha
El lino se sembraba (creo que por abril) en los linares (por alguna razón se llaman así). El motivo no era otro que había que regarlo y esa tarea sólo era posible en terrenos de regadío, en los linares de Arriba y en los de Abajo.
Me acuerdo que la linaza la solían comprar, bien en la feria o, a veces, aparecía alguien por el pueblo para venderla.

1.- COSECHA


Manojo de lino. Museo E. de Castrocalbón
A finales del mes de agosto o principios de septiembre se recogía. (Aunque en el refrán citado arriba nos habla del Sacramento como fecha de la cosecha, es decir, por el Corpus)  No se segaba, se arrancaba.
 Linar de lino. Se ha caído la flor y las pequeñas cápsulas que contienen la linaza están secas. Es el momento de la cosecha.


2.- ENRIADO

Recogido en manojos (haces atados) se llevaba al río y lo enriaban (sumergían en el río). Lo metían en el caño del molino o en la pequeña presa por encima del molino.
Lo tenían allí a remojo durante 21 días. Decían que era para que se "cociese" (lo que ocurría es que se sometía a un proceso de maceración para que las fibras se "amolleciesen" (ablandasen) y fuera posible quitarles la cáscara o corteza del tallo).
Río y restos del molino

3.- SECADO Y MAYADO (MAJADO)

A continuación se extendía al sol en la era para que se secara bien.


Mayos. Museo E. de Castrocalbón.

Después se golpeaba o majaba con la maza de madera o con el mayo (que así se llamaba en Valleluengo) para sacarle la fibra. Una vez realizadas todas estas tareas, el lino, recogido en mañizos (haces o manojos), se guardaba hasta la llegada del invierno, que entonces ya habría tiempo para hacer el resto

4.- ESPADEO

Espadilla de madera o espadera. Museo E. de Castrocalbón

Con la espada de madera se golpeaba el lino, que se colocaba sobre el borde de la fitera

Fitera
Fitera. Museo E. de Castrocalbón.
Obsérvese que tanto la espadilla como la fitera están biseladas en los bordes

5.- CARDADO

Cardo o cardador. Museo E. de Castrocalbón

Labor de cardado o cardadura o de peinado sobre las púas de hierro del cardador. Ahí se soltaba del todo la estopa y quedaban las fibras del lino limpias y finas. Esas fibras se juntaban en una mata llamada cerro

Cerro de lino, listo para llevarlo a la rueca. Museo E. de Castrocalbón


6.- HILADO



Conjunto de ruecas. Museo E. de Castrocalbón

En las noches de invierno, al calor o al amor de la lumbre o, tal vez, en otros espacios bien abrigados, se congregaban familias enteras: las mujeres (que en esta tarea llevaban siempre la voz cantante, el manejo y el trabajo), los hombres y los rapaces (mozos y mozas también, que hacían sus picias a escondidas y alguna vez afloraban amores ocultos o "tapados")

Husos. Museo E. de Castrocalbón

Eran las noches en las que se seranaba o aseranaba (lo dicho arriba, que hace referencia a esas tertulias en torno a la tarea de la rueca). Recuerdo perfectamente las labores descritas, en el portal de la casa de mis padres. Más borroso me quedan esas noches de aseranar. Quiero recordar como que se hicieran en la cuadra de las vacas alguna vez y también en la cocina del horno.

Huso. Museo E. de Castrocalbón

7.- MADEJADO

Del huso se colocaba el hilo sobre las aspas de la naspa (con aspas) y se transformaba en madejas

Naspa. Museo E. de Castrocalbón

MadejasMuseo E. de Castrocalbón

8.- LAVADO Y CLAREO

Y ahora nos vamos hasta el río, al pie del Pilo, donde se encuentra la Peña de cocer las madejas. Preparamos una buena lumbre y metemos las madejas en una caldera de cobre, con agua hirviendo. Echamos cernada (ceniza) de humero o de fresno para que quedaran bien blancas.


Peña de cocer las madejas.

El Pilo, frente a la Peña de cocer las madejas.
Una vez cocidas se aclaraban y se lavaban en la corriente del Pilo. Sobre las peñas se extendían para que se secaran

9.- DEVANADO

Convertir las madejas en ovillos (mi abuela decía duvillos y supongo que las gentes de su generación harían lo propio. De ahí la palabra enduvillar = tirar - atropellar..."cayó enduvillado...") y esa operación se hacía en la devanadera

Devanadera. Museo E. de Castrocalbón.
Devanadera. Museo E. de Castrocalbón
Idem
Ovillo. Museo E. de Castrocalbón


10.- TEJIDO


Con los ovillos preparados nos vamos al telar. Para ello habrá que cargar el burro y "allegarnos" (acercarnos) hasta Uña de Quintana. Allí nos recibe el ti (¿?... bueno, como se llame, que yo ahora no me acuerdo). Se tejen los lienzos. En pago se le deja al tejedor la mitad del lienzo que ha salido del telar. 
Para operaciones de mayor envergadura habría que ir un poquito más lejos: a Val de San Lorenzo (cerca de Astorga), a Santibáñez de Vidriales, que allí ya había telares más potentes.


Telar antiguo. Museo Nacional de Cáceres

Labor hecha de lino. Museo E. de Castrocalbón.

AlforjaMuseo E. de Castrocalbón




Algunas prendas tejidas con lino. (El lino textil y sus usos. Blog do Elo7)





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3 comentarios:

  1. Madre mía, menudo trabajo. Y luego para dejarle la mitad al tejedor. Que tiempos más duros.

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  2. Gracias, Marije. Se quejaba Eduardo (un amigo de Buenos Aires, con raíces y sentimientos de Valleluengo)... lamentaba que no hubiera comentarios a las páginas del blog. La mayoría hacen los comentarios en Facebook. Yo también los prefiero aquí. Así que ya somos tres: Eduardo, tú y yo. Seguiremos dando la vara. Abrazos.

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  3. ¡Gran trabajo: un resumen cabal de una sociedad que despareció!
    Queda el recuerdo y esas imágenes tan expresivas de cómo se elaboraban las prendas textiles, hechas con esfuerzo, tesón, maña y al calor de los hogares, en reuniones y conversaciones que animaban a contar penas y alegrías, y ayudaban superar obstáculos, y a "socializar" (como hoy dicen) la vida.
    ¡Gran aportación!

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