viernes, 10 de noviembre de 2023

EL ÚLTIMO DÍA EN EL PUEBLO (agosto 1982)

"Estamos 
amasados con libertad, muchacha"
Pablo Guerrero ("A cántaros")
Soplaba el viento frío del Norte. Silbaba con su lengua viperina y golpeaba inmisericorde las caras de los congregados. Viento y polvo mezclado con pequeñas partículas de arena. El sol luchaba concienzudamente por abrirse paso entre el enjambre de nubes negras, nubes de negros augurios, que amenazaban con descargar la fuerza de sus males sobre la aridez milenaria de aquellas tierras, aquellos páramos yermos y mezquinos de una meseta agotada, sin vida, de tierras malogradas Un viento gélido en los inviernos y abrasador en el estío, que no era capaz de despabilar la modorra ni la apatía de aquellas gentes acomodadas a la siesta y al calor de los braseros.
- Pues yo no me resisto a tirar todavía la toalla, algo habrá que hacer, ¡me cago en la! y ahora que nos quedamos solos, estoy cada vez más convencido.
- Hay que aprovechar los días del verano. En agosto, que es cuando pillamos a la gente. Y hay mucha gente, muchos jóvenes majos, dispuestos a tirar. Los que os quedáis aquí durante todo el año -miró Tomasita la cara enamorada de su Filiberto- tenéis la gran suerte de poder disfrutar del pueblo durante todo el año, pero también tenéis la responsabilidad de mantener el fuego encendido hasta que volvamos los que estamos fuera.
- Yo también me apunto - saltó decidido y animoso, Milito.
Y eso le animó a Mateo. Dejó de sentir los golpes secos y fríos del viento, miró esperanzado el movimiento de las nubes y siguió soñando los sueños de siempre, sobre la aridez de la meseta. Algún día lloverá porque "es tiempo de vivir y de soñar y de creer / que tiene que llover / a cántaros.
Los que nos quedamos en el pueblo, después de que ya se habían ido casi todos, pues resultó que éramos un poco culo inquietos casi todos y los más lanzaos nos reuníamos el sábado-tarde en El Empalme, abusando un pelín del bueno de Joaquín, de su bacalao, las cañas... Allí le dábamos un repaso al panorama socio-económico-político de los pueblos del Ayuntamiento y alguna vez pues armábamos alguna trifulca que, casi siempre, terminaba en alguna página del periódico.
Ambientado en las peripecias del grupo que formamos entonces y de los recuerdos de aquellos años (1978 -1995) escribí "Los sueños rotos de Mateo" (sin publicar) y de esa novela he copiado los textos de esta página.

"Ten tu barro dispuesto, elegido tu sitio,
preparada tu marcha.
Hay que doler de la vida hasta creer
que tiene que llover
a cántaros.
Ellos seguirán dormidos
en sus cuentas corrientes de seguridad.
Planearán vender la vida
 y la muerte y la paz."
Pablo Guerrero ("A cántaros")


(Unas muestras, página 346. "Los sueños rotos de Mateo")
"...Ese era un tema del que había hablado también en muchas ocasiones: la inercia de la gente a la hora de tomar decisiones: el acomodo a los discursos de los que habían estado desde siempre arriba, la dependencia, la alienación, hasta la entrega casi incondicional de la gente trabajadora bajo la atenta mirada de los poderosos. Y el miedo, un miedo difícil de explicar, irracional, que se alojaba en los rincones más recónditos de la conciencia individual y colectiva de la sociedad; un miedo que había ido creciendo y que amenazaba como un dragón de siete cabezas, fiel guardián del tesoro que el pueblo llano pretendía y que le habían arrebatado por la fuerza de las armas. Cuarenta años de dura dictadura, años suficientes para borrar los atrevimientos de la gente, que le diera por mostrar a las claras el color de las banderas. Años de castración -se lo repetía Emilio a Mateo- como un ejemplo claro y evidente que demostraba las razones de esos comportamientos".

                          (Página347)
- Sin ir más lejos, ahí tienes el libro de Erick From, "El miedo a la libertad", seguía dando argumentos Emilio. Parece un título contradictorio. ¿Cómo es posible que, después de tanta represión... la gente no sólo no reaccione en contra (en contra de los enemigos de la libertad), sino que se entregue sin complejos bajo la "protección" de sus opresores de siempre. Difícil de entender y de digerir... - Sí, y me acuerdo perfectamente de una de las razones que da el autor, dice: ."...el problema del pasado era la esclavitud, el hecho de que los hombres fueran siervos o esclavos de los hombres; el peligro del futuro está  puesto en que los hombres se conviertan en robots, al servicio de una sociedad industrial, sin alma. De ahí el miedo.".

                            (Página 342)
"... Vamos a ver, Mateo - le cortó Emilio - que estamos en Casa Mechora, que estamos en una comarca, en una provincia, en donde todo eso que estás diciendo suena a chino. Aquí, cuando hablas de libertad, la gente lo entiende como libertinaje; cuando hablas del respeto a lo que piensan los demás, ellos lo toman como un acto de cobardía, de debilidad, como una bajada de pantalones. Oyes todos los días a esos energúmenos sacar pecho ante la gente: - "por mis cojones" - "porque lo digo yo" - "tú te callas, porque no tienes ni puta idea" - Descalifican al otro, porque para ellos la verdad es una e indivisible y la única verdad verdadera que conocen es la que defienden ellos."

  



ALGUNAS DE LAS NOSTALGIAS PUÑETERAS POSTVACACIONES, QUE PUEDEN PRODUCIR DEPRESIONES PROFUNDAS ¡CUIDADÍN! PERO MEJOR VERLO DESDE EL LADO POSITIVO: PENSAR QUE ESOS SON ALGUNOS DE NUESTROS PODERES MÁS SUBLIMES.

 

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