viernes, 22 de febrero de 2013

XII.- LA CONCENTRACIÓN PARCELARIA








Con mi arado abro los surcos
con mi arado escribo yo
páginas sobre la tierra
de miseria y de sudor.

  (En la plaza de mi pueblo. Canción cantada por los republicanos durante la guerra civil. 
Posiblemente fue escrita por Federico García Lorca)


Foto 6/02/2013 (Cielo plomizo / amenaza lluvia. /
Amarga la soledad. / Duelen las penas, / que no
se van... / que se quedan...)
Nos situamos de nuevo en el contexto del tiempo. Estamos en los primeros años de la década de los 70 (puede que en el 73 ó 74). Hay nubarrones sobre el cielo de Valleluengo, que amenazan la propia existencia del pueblo: (la gente se ha ido y los que van quedando guardan pocas esperanzas de poder continuar, de poder aguantar; las administraciones se han distraído y no se acuerdan para nada de las necesidades, de las penalidades: la falta del agua - las infraestructuras: carretera de acceso, calles, alumbrado y teléfono público...)
Un buen día hay unas personas que reaccionan y remueven los ánimos de la gente del pueblo: - hay que pagar la contribución de los comunales - hay que movernos para reclamar los derechos que hasta ahora se nos han negado - hay que... - Hay que conseguir que nuestro pueblo sea un lugar habitable y, por tanto, deberá disponer de los servicios y equipamientos mínimos para que podamos vivir con un mínimo de dignidad y los que se han ido puedan seguir viniendo en vacaciones o, incluso, hasta pudiera darse el caso de que algunos regresaran y emprendieran aquí una nueva vida... (¡ojo!, que estamos en plena crisis económica -1973, crisis del petróleo-, y hay fábricas que cierran... y despidos... y un paro galopante -en 1973 había un 2,3 % de paro y en 1985 un 22,5 %-).

Y LA CONCENTRACIÓN PARCELARIA, ¿PARA QUÉ?
Las Mayadas, antes tierras de trigo (...cualquiera atina
con los térmanos...)

¿Qué tiene que ver lo de la concentración parcelaria con todo lo anterior? Tiene que ver y mucho, porque es una idea que está en esa misma línea de recuperación del pueblo. Para recuperar la memoria, la memoria de las tierras. (- "Se nos mueren nuestros viejos y los que quedamos no somos capaces de recordar nada de lo que nos dejan: las tierras - las linderas - los praos - los castaños... nada... y más de la manera que está todo: llenico de monte y de maleza... cualquiera atina con los térmanos... va a quedar todo priao, como tierra de nadie, si no... al tiempo..."). 
La concentración parcelaria consiste en reunir (concentrar) en unas pocas parcelas todas las fincas de cada propietario. Además de formar las parcelas trazan la red de los caminos que dan acceso a las mismas. La ventaja es evidente. Cada propietario reconocerá sin ninguna dificultad cada una de sus fincas, podrá hacer con ellas lo que le apetezca, tal vez cercarlas, cultivarlas, limpiarlas y aprovechar la leña... ¿Y los caminos? - ¡hombre!, ¿qué me dices?, aunque sólo sea para salir a andar... 

EN MARCHA

Valleluengo, también en esto, fue uno de los primeros pueblos de la comarca que solicitó la concentración (los más cercanos que la pidieron en aquellas fechas están por la zona de Villardeciervos y creo que alguno en Sanabria). El papeleo y las burocracias fueron engorrosas y lentas. Era necesario reunir todas las firmas de todos los propietarios de tierras del pueblo, que fueran propietarios al menos del 90 % de la totalidad de las fincas (este era el requisito principal, sin él no había concentración).

Campos de cereal en Tierra de Campos
Así que ahí nos pusimos de nuevo de gira con aquel coche viejo (me suena que era un dauphine o algo así. Me acuerdo de que las puertas no cerraban y, cuando aparcábamos, Bernardino miraba de reojo a un lado y a otro, por si había algún goloso que le quisiera echar mano al coche. Metía la llave en la cerradura de cada puerta y hacía el simulacro de cerrarlas). La gente firmó. La mayoría lo hacían convencidos de que aquello era bueno, que era un bien para ellos mismos y para el pueblo. Todos habían oído hablar de historias, de trapicheos, de enfrentamientos por mor de la concentración parcelaria. Todos ponían algún ejemplo, pero todos terminaban siempre con la misma conclusión: - "De cualquier modo, en la concentración parcelaria siempre pasa lo mismo y es que el que más pierde, al final sale ganando" (Eso lo contaban por los pueblos del Tera, de Vidriales, de Tábara, donde hacía años que ya se había hecho).
En Valleluengo quedaron 4 por firmar. Cuatro vecinos que se opusieron desde el principio a la idea y dijeron que no. Sin embargo, como se cumplía el requisito del 90 % de la propiedad de la tierra (el total de las propiedades de los firmantes pasaba con mucho de ese porcentaje), se entregó la solicitud y fue admitida a trámite.

POR FIN, APARECE EL DECRETO
Pequeño huerto. El minifundio es una de las características
de la propiedad del terreno en el pueblo y comarca.

DECRETO 75/1988 de 28 de abril, por el que se declara de utilidad pública y urgente ejecución la Concentración Parcelaria de la zona de Valleluengo (Zamora).
P.A. Decreto 21/1988
Fdo.: JESUS POSADA MORENO

Fecha del Boletín: 03-05-1988        Nº Boletín:   84 / 1988
DECRETO 75/1988 de 28 de abril, por el que se declara de utilidad pública y urgente ejecución la Concentración Parcelaria de la zona de Valleluengo (Zamora).
Los acusados caracteres de gravedad que ofrece la dispersión parcelaria de la zona de Valleluengo (Zamora), puestos de manifiesto por los agricultores de la misma en su solicitud, motivaron la realización, por la Dirección General de Reforma Agraria, de un estudio sobre las circunstancias y posibilidades técnicas que concurren en la citada zona, deduciéndose de dicho estudio la conveniencia de llevar a cabo la Concentración Parcelaria por razón de utilidad pública. En su virtud, a propuesta del Consejero de Agricultura, Ganadería y Montes, y previa deliberación de la Junta de Castilla y León en su reunión del día 28 de abril de 1988,
DISPONGO:
Artículo 1.º-Se declara de utilidad pública y urgente ejecución la concentración parcelaria de la zona de Valleluengo (Zamora).
Art. 2.º-El perímetro de la zona estará formado por el anejo de Valleluengo del término municipal de Rionegro del Puente (Zamora). Dicho perímetro quedará, en definitiva, configurado de acuerdo con lo previsto en el artículo 172 de la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario de 12 de enero de 1973.
Art. 3.º-Se faculta a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Montes de la Junta de Castilla y León, para dictar las disposiciones complementarias que requiera la ejecución de lo dispuesto en el presente Decreto.
Valladolid, 28 de abril de 1988.
El Presidente de la Junta de Castilla y León. Fdo.: JOSE MARIA AZNAR LOPEZ
El Consejero de Agricultura, Ganadería y Montes, P.A. Decreto 21/1988 Fdo.: JESUS POSADA MORENO


Habían pasado casi 15 años desde que se solicitó y ya nos habíamos olvidado de aquello que se había pedido con tanto empeño. No obstante, la gente acogió la noticia con entusiasmo. Muchos de los propietarios que estaban fuera, (jubilados y, por tanto, con todo el tiempo por delante) se pasaron largas temporadas en el pueblo y acompañaron a los técnicos en la labor de reconocimiento y localización de las tierras. Cada uno fue anotando la relación de las fincas de la Hoja de Arriba y de la Hoja de Abajo, revisando la extensión y las calidades de cada una (de 1ª. de 2ª, de 3ª...). Además, que les habían dicho que, si se les entregaban las particiones que los padres hubieran hecho a favor de los hijos, éstas aparecerían ya repartidas en las parcelas correspondientes, con lo cual menudo peso que se quitaban de encima. 



Y ALLÍ SE ARMÓ LA MARIMORENA


Ganao de ovejas en los Gurduncillos.
Actualmente se encuentra en fase de Proyecto habiéndose publicado con fecha 1 de octubre de 1994.
El perímetro de la zona de concentración parcelaria afecta a una superficie de 1027 hectáreas, aportadas por 138 propietarios, en 12790 parcelas. Se han atribuido 931 fincas de reemplazo. (TOTAL DE PARCELAS)

Declaración de Utilidad Pública de la Concentración Parcelaria:
Si las conclusiones del Estudio Técnico Previo y el procedimiento ambiental así lo justificaran, la Dirección General promoverá la publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León, de la Norma que establece la ejecución de la zona de concentración, en el que se especificará la declaración de utilidad pública y urgente ejecución, la determinación del perímetro,.. afectando a todos los propietarios y parcelas del perímetro que establezca, siendo obligatoria la concentración para todos.
(Antes de nada tengo que aclarar que yo lo único que intento en este capítulo es narrar la historia de los hechos. Me limito a hacer la crónica de algo que ocurrió. Lo que escribo es nada más el reflejo de lo que yo vi y viví. Lo que sentí me lo guardo.)

Escuela nueva
El centro de operaciones estaba situado en la escuela nueva. Hasta allí llegaban los dos técnicos (los ingenieros, que diría la gente), que atendían las consultas y recogían todos los datos. Y allí mismo, un día cualquiera se expusieron los resultados del primer reparto de parcelas... y allí se armó y empezó el guirigay: (-"...A mí me han dejao sin nada... - Ya ves, yo tenía tanto o cuanto aquí y me han mandao a tomar pol... - Las tierras que yo tenía allí, los carros de trigo que les sacaba y mira, lo que me han dao no valen ni pa dar cardos... - Nada, hombre, pa esto mejor que se quede todo como está... - Joder, si es que lo mejor se lo han dao a fulano, a mengano y a zutano... - Así que por mí, que le den..."). Ese era el ambiente que se respiraba. Un enfado morrocotudo, decepción general, cabreo. La mayoría de la gente se mostrada frustrada y disconforme con lo que le habían dado.

QUÉ SE PODÍA HACER

Esas situaciones no eran nuevas y no se producían sólo en el caso de Valleluengo. Eran comunes a todos los pueblos. Era materialmente imposible que los técnicos acertaran a la primera para que todo el mundo quedara conforme. Así que en el proceso estaban previstos los pasos a seguir, de manera que se abría un período de reclamaciones, que deberían ser individuales. Los técnicos les explicaron a la gente todo lo que tenían que hacer para reclamar y les pusieron el acento en lo de "individuales". Les dijeron también que siempre procuraban atender y resolver todas las quejas hasta el máximo posible. (Tenemos un ejemplo cercano al pueblo: en Molezuelas -que hicieron la concentración poco más tarde- hubo hasta ocho repartos, después de atender todas y cada una de las reclamaciones presentadas, hasta que la mayoría de la gente quedó satisfecha).

Camino de concentración parcelaria en La Milla
QUÉ ES LO QUE SE HIZO

He dicho antes que la mayoría de la gente estaba cabreada con el reparto. El revuelo era general y, ya se sabe, que a río revuelto, ganancia de pescadores. En este caso los pescadores fueron algunos de los que no habían firmado la solicitud y que, desde los inicios de todo, estaban en contra de la concentración y se apuntó con ellos alguno de los que sí habían firmado. La cuestión es que estos pescadores echaron mano del secretario del ayuntamiento -experto en estas lides- y redactaron un escrito que pasaron a la firma de la gente cabreada.
Yo he hablado después con personas que firmaron el escrito y me han comentado que ellos lo habían hecho para mostrar su disconformidad con la forma como se habían hecho las cosas, que siempre pensaron que aquello era una reclamación hecha en grupo para que tuviera más fuerza, pero que nunca habían pensado que aquello iba a tener las consecuencias que tuvo.
El hecho es que el escrito decía lo que decía. Yo no sé cuántos de los que lo firmaron fueron conscientes de que la palabra RENUNCIA... ("...los abajo firmantes... renunciamos a la concentración parcelaria...") significaba la paralización, el cierre definitivo del proceso de concentración parcelaria en el pueblo de Valleluengo (entre otras cosas porque el requisito imprescindible del 90 % de la propiedad de la tierra ya no se cumpliría).

...va a quedar todo priao, como tierra de nadie,
 si no... al tiempo...
Algún tiempo más tarde tuve la ocasión de hablar con la letrada que  le tocó ver el caso. Me comentó que se había sentido sorprendida porque era la primera vez que veía una cosa así: un espantón a la primera (fueron sus palabras), sin mediar reclamaciones, agotar los plazos, seguir los pasos que marcaba la ley, etc. Le parecía inaudito que la gente pudiera renunciar a algo por lo que habían luchado y que iba a reportar beneficios para cada propietario y para el pueblo. Yo le pregunté a ver qué se podría hacer para corregir lo que se hubiera hecho mal y me contestó que nada, no se podía hacer nada, ese proceso había quedado finiquitado porque parte de los propios propietarios habían renunciado voluntariamente a que se les adjudicasen las parcelas. Lo único que pueden hacer ustedes, me dijo, es comenzar un nuevo proceso -si les quedan ganas y ánimos suficientes, claro- y eso supone volver a recoger las firmas, es decir, cursar una nueva solicitud, etc.

OPINION PERSONAL

Antes dije que me guardaba lo que yo sentí ante estos hechos. Sólo quiero subrayar la idea de que la mayoría de los que firmaron ese escrito no se dieron cuenta de la trascendencia que podría tener y, si fueron conscientes de ello, lo hicieron cegados por el cabreo del momento (yo no encuentro otra explicación). Sea como sea, el haber renunciado a la concentración parcelaria ha sido, en mi opinión, una de las mayores torpezas que se han cometido en el pueblo de Valleluengo. Fue un error, un gran error.

Y AHORA NOS QUEDAMOS SOLOS

Vista del pueblo, dormido tras la niebla
Fuimos de los primeros que nos pusimos en la fila. Luego hemos visto que han concentrado en Molezuelas, en Peque, antes en La Milla. Ahora lo están haciendo en Rionegro y en Villar. Puede que Santa Eulalia también lo haga. Valleluengo queda aislado, refugiado en su isla silenciosa.
Antes tan lanzados y ahora... ¿qué es lo que nos pasa AHORA...?

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