viernes, 19 de mayo de 2023

DE AQUELLOS POLVOS, ESTOS LODOS.

 

"El Grito", de Munch. Es una pintura que expresa el miedo, la angustia.

"La angustia que siente el hombre, frente a la realidad que se le presenta infinita e insegura, por lo cual se le hace difícil tomar decisiones" (Soren Kierkegaard)

"Parece que existe en esta tierra “una mentalidad conservadora y recelosa hacia los cambios” (Maya Frades, 2004, 23) . “Algunos de los que han estudiado la economía de la zona hacen referencia al espíritu, la mentalidad, la forma de pensar de los sanabreses/carballeses, (…) en general, porque ésta parece ser una cualidad de toda la región, como una de las posibles causas de esa falta de inversión y de industria. Responsabilizan por la ausencia de espíritu empresarial, de espíritu emprendedor de la realidad económica existente. (Barrio Aliste y otros citados en Gómez González. 2012:114)”

"Al  Abrigao de los Recuerdos", José Fuente Ferrero. año 2021.

En Valleluengo "las formas y artes de trabajo, las costumbres y maneras de vivir en general, no habían variado tanto desde los tiempos medievales. (…) La falta de libertades, el sometimiento y obediencia ciega a gobernadores, obispos y curas, configuró en estas gentes un carácter de personas sumisas, resignadas y acríticas, incapacitadas para tener opinión y criterio propios, gentes sin iniciativas, paralizados por los fantasmas del miedo y el concepto fatalista de la vida y de la muerte (¡qué le vamos a hacer, que sea lo que Dios quiera!”)

"Al  Abrigao de los Recuerdos", José Fuente Ferrero. año 2021.


www.elespanol.com
El miedo, los miedos. Esos miedos irracionales, aquellos fantasmas, compañeros de cama que, cuando éramos rapaces, se colaban en las pesadillas de los sueños. Ese miedo que se nos quedó pegado al cuerpo como una costra que ha formado parte de nuestra anatomía y de nuestro carácter.
Fuimos educados (tal vez, "domesticados") en la cultura del miedo y del temor. Yo me propongo en esta página mostrar la relación entre aquellos miedos que nos metían en el cuerpo (aquellos polvos...) y esa falta de iniciativas y de carácter emprendedor (...estos lodos)

Nuestros mayores hacían lo que habían visto hacer en todo, absolutamente en todo: "...yo me acuerdo que mi padre decía...", "...fíjate que ya mi abuelo, y anda que ya han pasado años, pues ya sembraba este nabal de nabos y luego, a la cosecha siguiente, le metía trigo...", "... siempre se ha dicho que la letra con sangre entra..." Y es que "el miedo guarda la viña". Acomodarse (amodorrarse) en la seguridad de lo conocido y no arriesgar en el cambio por el miedo a la incertidumbre.
Claro, yo no tengo ninguna duda de las buenas intenciones que les guiaban para actuar de esa manera. Querían apartarnos de los posibles peligros que nos amenazaban por todas las esquinas: los sacauntos que pasaban por la carretera (no subirse a ningún vehículo desconocido); no al baño ni en las pozas ni en el río (bañarte en el verano con todo el sudor, bañarse las rapazas si estaban con el período de la regla); el miedo ancestral al lobo (no alejarnos del pueblo, bien fuera en busca de nidos o de otra actividad cualquiera); Y, por supuesto, el temor a Dios y a todo lo que se movía en torno a la religión (¡Ay, ay ay, el infierno y las ánimas benditas y el "Túmulo" o "Tumbo" o "Catafalco" que cada lunes de Carballeda mi abuela nos asomaba al santuario para echarnos esas imágenes a la cara: "¿Veis, veis?, si sois malos fijaos bien aquí abajo a dónde van los condenaos". 
www. glosarioarquitectonico.com/glossary/catafalco/
(Santuario Ntra Sra. de Carballeda. Rionegro del Puente)

Y a resultas de esos recuerdos, de esa memoria de los miedos que mamamos de pequeños, hace unos años escribí una página en este mismo blog sobre el mismo tema y entonces se me ocurrieron estos versos que, con vuestro permiso, traigo de nuevo a colación.


No te bañes en el Pilo
ni en la poza los Chiqueros
o en la presa del Molino
a la sombra los humeros.

Los calores de la siega,
que producen los sudores,
se sosiegan en la era
con la muña, sí señores.

Ojo al pozo el Puzancón,
¡uy! la peña de los Moros,
de la Zorra, ¿y el Papón?,
acojono hasta en los poros. 

No te alejes del poblado,
los malvados sacauntos
te hacen jijos de un bocado
y se quedan tan a gusto.

¡Ay mi abuela!, viene el lobo
por el hondo el Sardonal,
lo repiten como loros
to las viejas del lugar.

Y esta es la historia del miedo,
rapaces de Valleluengo,
¿fue levadura o hirmiento(1)
de aquestos comportamientos?

(1) Lógicamente, la levadura será el principio, la causa (...los polvos) y el hirmiento es el resultado final, la muestra de la masa ya fermentada... (los lodos). Es decir: tendrán algo que ver los miedos infantiles  con ese conservadurismo, a veces, tan cerrado, de muchas de las personas que pueblan estas comarcas? 
-------------------------------------------------------------------------------------------------

No nos olvidemos nunca de que el miedo ha sido una de las armas más poderosas que, desde que el hombre es hombre, han utilizado los que han ejercido cualquier tipo de poder. Todos los mandatarios que en el mundo han sido se han dado cuenta de que el miedo ATA, el miedo FRENA, el miedo ANULA voluntades y conciencias y, por tanto, no han dudado en manejarlo a su antojo para CONTROLAR y DIRIGIR.

No hay comentarios:

Publicar un comentario