viernes, 5 de mayo de 2023

UNA CHARLA CON SANTOS



"Cando penso que te fuches,                             
negra sombra que me asombras,                      
ó pé dos meus cabezales                                 
tornas facéndome mofa.                                     

Cando maxino que es ida,                                 
no mesmo sol te me amostras,                         
i eres a estrela que brila,                                    
ieres o vento que zoa.

Cuando pienso que te huyes (fuiste),
negra sombra que me asombras
al pie de mis cabezales
tornas (vuelves) haciéndome mofa"

Si imagino que te has ido
en el mismo sol te asomas,
y eres la estrella que brilla,
y eres el viento que sopla,"
(ROSALÍA DE CASTRO)

Permíteme, querido Santos, que inicie esta página con unos versos de la poetisa gallega, Rosalía de Castro. Ya sé que son versos que incitan a sumergirnos en la melancolía y en la tristeza, pero los he elegido porque creo que expresan fielmente los sentimientos y nuestro estado de ánimo. Nos sigue doliendo tu partida. Tu ausencia sigue clavada como una daga de fuego en nuestros corazones. Te aseguro que hemos vertido todas las lágrimas, que ya no pueden acompañar nuestro llanto seco.                                                                                         

Día de San Mamés
Y es que te echamos de menos. Nos cuesta hacernos a la idea de que las aguas que fluían por tu río ya han alcanzado el mar ("nuestras vidas son los ríos / que van a dar en la mar / que es el morir" - J.Manrique).  Son aguas que han encontrado ya la luz y la paz en la inmensidad de la mar/océana. Por eso encontramos consuelo en los versos de León Felipe ("Que no me tejan pañuelos / sino velas..."). Velas abiertas al viento, surcando el mar, al encuentro de tu estela de luz, porque, al final, continúa el poeta: ("Allá, / más allá del mar... /  al final de mis lágrimas / está la isla que busca el navegante.")


"En el mismo sol te asomas...", suspiran los versos de Rosalía. Y allí, sobre el horizonte lejano, se vislumbra la silueta del corcel alado que te transporta sobre su montura y te permite que compartas un rato con nosotros, como en los viejos tiempos. ¿Te acuerdas de aquellas tardes de verano sentados en torno a una mesa saboreando una cervecita o el vino sabroso de la tierra? Era imposible aburrirse a tu lado: tus bromas, tu jovialidad, tu manera de acaparar el tiempo y el espacio... y la palabra en las tertulias. Lo llenabas todo, Santos. Y nosotros te escuchábamos, nos reíamos de tus bromas y lo pasábamos bien contigo.


Oñati. Con la prima Ana María, de Buenos Aires.

"Que tenemos que hablar de muchas cosas / compañero del alma, compañero..." (M. Hernández). Y por eso seguiremos siendo fieles a los anhelos que el poeta expresa: "Volverás a mi huerto y a mi higuera / por los altos andamios de las flores... / ...alegrarás la sombra de mis cejas.../...a las aladas almas de las rosas / del almendro de nata te requiero / que tenemos que hablar de muchas cosas...".Pero, antes de estos versos de consuelo y de esperanza, Miguel Hernández había desahogado su rabia y su impotencia ante la pérdida de su amigo del alma, Miguel Sigé. Después del desahogo, como de la tormenta, llega la calma, llega el sosiego con tus recuerdos frescos, cargados del cariño y del amor que nos hemos cultivado siempre.
Camino de Santa Eulalia a Valleluengo

Tu memoria nos acompañará cada día de nuestras vidas. Te lo prometo. Sabes que te queremos.
Luz Casal - "Negra sombra"
Himno de Valleluengo

Repito aquí el video de Luz Casal, xq no sé si el otro ha salido en condiciones.




















6 comentarios:

  1. Muy lindo recuerdo José, hasta siempre Santos.

    ResponderEliminar
  2. Precioso todo lo que le dices a tu hermano un abrazo Jose

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias, querido/a anónimo/a. Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Unas palabras conmovedoras, que te hace ver que nunca se olvidan a los seres que marchan.💖

    ResponderEliminar
  5. Estará haciendo bromas con el río felicisimo y mi Aita sentados en una mesa mirando nos desde la inmensidad del cielo. Cuidando nuestros pasos y los de los que nos preceden. Un abrazo muy grande Jose.

    ResponderEliminar