viernes, 22 de marzo de 2013

APEROS DE LABRANZA I


¿Qué me importa que se borren
los caminos de la tierra
con el agua
que ha traído la tormenta?
Mi pena es porque esas nubes tan negras
han borrado las estrellas
LEÓN FELIPE (el poeta de Tábara)

..............................................................
Te quema el sol del estío,
te azota el viento de enero
y aguantas en el baldío
los hálitos del rocío
y el golpe del aguacero.

Dura y perenne es la brega, 
que pide riegos la vega,
que pide rejas la arada
que pide gente la siega
que el huerto espera la azada.
................................................................
JOSÉ Mª GABRIEL Y GALÁN

La historia del pueblo - de todos y de cada uno de los pueblos - está escrita sobre el polvo que cubre los aperos, que aparecen arrinconados en cualquier lugar donde se amontonan los trastos inservibles de la casa. Esas herramientas o utensilios que se utilizaban en la vida cotidiana del pasado: en el laboreo de los campos, en las faenas domésticas, (las de andar por casa), en cualquier actividad. Ahí están escritas en letras bien claras la vida, los trajines, las costumbres, las penas y las alegrías... de nuestras gentes, de nuestros antepasados.

(Las nubes tan negras que han borrado las estrellas, en los versos del poeta, pienso yo que es ese polvo que cubre, que tapa el pasado. Es el olvido - a veces el desprecio o la falta de aprecio de las cosas - El recuerdo las desempolva y les da vida)

Este es el primer capítulo de este tema. Seguirán otros con los títulos de APEROS DE LABRANZA II, APEROS DE ANDAR POR CASA y los que vayan surgiendo con el tiempo.

Solicito colaboración. Si alguien tiene fotografías o tiene o sabe de algún cacharro que crea merece sacarlo aquí, por favor, que me lo envíe (valleluengo66@gmail.com - 1212fuente@hotmail.es)



JUBO (YUGO).- A él se UÑÍA (uncía) la pareja de vacas. El arco o CAMELLA se colocaba justo encima de la testuz de la vaca (detrás de los cuernos). Con las CORNALES (correas de cuero) se sujetaba el jubo atándolo a los cuernos. El aro de hierro que figura en el medio es la TRASGA, en la que se introducía el TIRANTE del arado o de la vertedera (el palo largo) y se sujetaba con la CAVÍA  - lo encuentro escrito con "v" en "Toponimia menor del noroeste de la provincia de Zamora" - (introducida en uno de los agujeros del tirante).
LA TRASGA

LA CAVÍA





LA MELENA.- Una especie de almohadilla que ponían debajo del jubo, sobre la cabeza de las vacas para amortiguar el roce. Algunas llevaban una serie de flecos o correas colgando a modo de visera (ver fotografía) para proteger los ojos de la vaca de las moscas.









LOS BOZOS (BOZAL).- Hechos de alambre, se les colocaba a las vacas en el hocico para evitar que pastasen  mientras estaban de faena.


REJA DEL ARADO














ARADO.- Arado romano o tradicional. Es un arado sencillo, construido en madera, sólo la reja es de hierro y el tornillo que une el TIRANTE con la CAMA (base de madera sobre la que va encajada la reja).






VERTEDERA.- La vertedera es más consistente, más resistente que el arado. La base es de hierro. Lleva incorporado el OREJÓN (OREJERA = pieza de hierro en forma de oreja), que sirve precisamente para VERTER  o darle la vuelta a la tierra. Otras piezas son la REJA y la CUCHILLA y creo que la pieza alargada de hierro que la sujeta al tirante de madera es el ARBOL.



ARADO PRIMITIVO  (no os riáis, que el hombre lo pasa mal. Me temo que lo peor será cuando tenga que afilar la "reja".)



ARRODADERO.- para ARRODAR (MOLER - DESHACER) la tierra después de arada, (ESTRUZA = DESTROZA) los terrones. Lleva también un tirante que se sujeta a la trasga. El labrador va subido encima para hacer peso.


NARICERAS.- Por las buenas o por las malas. Para manejar a la pareja de vacas se utilizaban artilugios como los que aparecen en la fotografía. Esos aros llevan el nombre de nariceras porque se introducían sujetando la nariz del animal. Ved que cada una va atada a los RAMALES. De ese modo el labriego domina los movimientos de cada vaca a su antojo: -"Jo, vaca, ven al suco. - La madre que te parió. - Vuelve... Gallarda, que te parto el alma..."


LA IJADA.- Otro de los instrumentos de tortura u otro de los "argumentos" para hacerle ver a la pobre Gallarda o a la Guinda o a la Garbosa, la Rubia, la Morena, o a  la Mora o la Lucera que su deber era obedecer siempre, era la ijada, aquella vara larga - de fresno - con una punta de acero bien afilada en el extremo. Se le hincaba en los ijares (costillas), en el lomo y en las nalgas, nunca en la barriga. (A veces le salían unas gotas de sangre por el pinchazo y en seguida acudían los tábanos a cebarse sobre la herida).





CALLOS.- Herraduras de las vacas. Van clavados a las pezuñas. Observad que los agujeros para los clavos están situados en los laterales exteriores de la pezuña, porque es ahí donde tienen el "callo" más espeso.


EN LA RUEDA: BUJE, RADIOS Y LLANTA

LA BRACERA Y EL CABEZAL

LAS COSTANAS A LOS LADOS
CAÑIZO DELANTERO
CAÑIZO ENRAMADO, PARA ACARREAR LA PAJA MENUDA

LA CARRETA.- Es el principal medio de transporte para los materiales más pesados (para las cargas más 
ligeras está el burro). La BRACERA se  sujetaba al JUBO por el CABEZAL y se ataba con el SUBEO (SOBEO = correa de cuero más ancha y más larga que la cornal).
Las carretas estaban sujetas a los impuestos de circulación como cualquier vehículo. Primero deberían llevar la TABLILLA de identificación, con el nombre del pueblo. Como justificante del pago del impuesto anual deberían llevar sobre la costana clavada la chapa (se correspondería con la pegatina actual de la itv en los coches). (Me acuerdo ahora de algo que me contó mi amigo Virgilio sobre lo que le ocurrió a uno de Pumarejo de Tera con el tema de la tablilla. He dicho que en ellas iba escrito el nombre del pueblo del propietario de la carreta. El problema estaba cuando no había el espacio suficiente para nombres tan largos y no había más remedio que trocear el nombre en varios renglones. Eso es lo que hizo el paisano de Pumarejo y el nombre quedó así:
                                                   P  U   M  A   R   E
                                                   J   O   D   E   T   E
                                                   R   A

                                                 
CARRO DE VARAS.- Es más ligero que la carreta. Destinado para el tiro de una caballería, que iba encajada entre las dos varas o tirantes (este es muy moderno).






EL BOCAO (EL FRENO).- Hacía la misma función que las nariceras, pero éste se aplicaba a las caballerías. Se llama así porque la barra horizontal se introducía en la boca del animal. Las anillas de arriba se sujetaban a la cabezada y los ramales se sujetaban en los agujeros de la base.


CABEZADA.- La que lleva el burro puesta es algo diferente de la que aparece en la fotografía anterior. Esta lleva añadidas las ANTIOJERAS (ANTEOJERAS), servían para que el animal no desviase la atención hacia los lados y cayese en la tentación del bocado fácil o se distrajera en cualquier otra cosa que no tuviese que ver con la misión que en ese momento tenía encomendada).


COLLERÓN.- Las caballerías (burros - caballos - yeguas - mulas) también se enganchaban al arado o al trillo o al carro. Lo podían hacer en pareja o en solitario. En este caso había que adaptar las herramientas y los aperos: el arado con dos tirantes, el carro de varas. El collerón, como su nombre indica, se colocaba en el cuello del animal (como un collar) y a él se amarraba cada uno de los tirantes del arado o de las varas del carro (uno por cada lado).


SILLÍN O MONTURA.- Se utilizaba, sobre todo, como soporte para el tiro de arados, trillos o carros, a cuyos lados se sujetaban los tirantes. En la fotografía se pueden ver los correajes que lleva incorporados y que sujetaban la silla por detrás de las ancas. Esos correajes se llaman TRANCA  o RETRANCA (no me acuerdo si coincidían con los nombres que tenían en el pueblo). La CINCHA es el cinto o cinturón que sujetaba la montura alrededor de la barriga (igual que lo haría con la ALBARDA.


ALBARDA.- A diferencia del sillín, la albarda era más grande y cubría casi todo el lomo de la caballería. Encima se transportaban todas las cargas que el pobre burro tendría que soportar, desde la era, desde la siega, hasta el molino, los nabos, a las ferias... ("¡Allá él, que hubiera nacido pa obispo...!" - decían los viejos en el pueblo...)


LOS GANCHOS.- Tal como aparecen en la fotografía, se colocaban encima de la albarda. Servían, sobre todo, para cargar los nabos o sacos... En cualquier caso había que tener mucho cuidado a la hora de cargar, porque era necesario CONTRAPIAR (NIVELAR), el peso de cada lado.



HERRADURA.- El zapato de cualquier caballería. Se sujetaban con clavos a la pezuña, igual que los callos de las vacas.

HERRADURA DE LOS ZAPATOS DE MADERA DEL LABRADOR.-


(LAS FOTOGRAFÍAS DE LOS APEROS LAS HE CONSEGUIDO GRACIAS A LA COLABORACIÓN DE IGNACIO / BENILDE Y DE MIGUEL / ELOÍNA DE PEQUE. MIL GRACIAS A LOS CUATRO.)

sábado, 2 de marzo de 2013

CIERTA CLASE POLÍTICA, DE CUYO NOMBRE NO QUIERO ACORDARME




Babean con sus risas
sobre las miradas transparentes
de la gente.
Manchan, profanan y estercolan
lo poco que aún nos queda
de la verdad desnuda
(la inocencia de los niños).
Frivolizan y se mofan
del dolor de los más pobres:
(DESAHUCIADOS
MARGINADOS
DESARRAPADOS
LOS PARADOS
EMIGRADOS
LOS LISIADOS
DERROTADOS
DESGRACIADOS...)
Manosean las palabras
y cocinan otras nuevas
para que la realidad cruda e intragable
no se indigeste.
Vomitan sus mentiras
(una sarta cada día)
sobre esta tierra dócil,
yerma y agostada de esperanzas.

(Yo no sé muchas cosas, es verdad. 
Digo tan sólo lo que he visto. 
Y he visto: 
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos, 
que los gritos de angustia del hombre los ahogan 
con cuentos, 
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos, 
que los huesos del hombre los entierran con cuentos, 
y que el miedo del hombre… 
ha inventado todos los cuentos. 
Yo no sé muchas cosas, es verdad, 
pero me han dormido con todos los cuentos… 
y sé todos los cuentos.
                                                                                            León Felipe)

Y nosotros, mano sobre mano,
blasfemando contra la pantalla
del televisor.
                                                 José Fuente 

viernes, 22 de febrero de 2013

XII.- LA CONCENTRACIÓN PARCELARIA








Con mi arado abro los surcos
con mi arado escribo yo
páginas sobre la tierra
de miseria y de sudor.

  (En la plaza de mi pueblo. Canción cantada por los republicanos durante la guerra civil. 
Posiblemente fue escrita por Federico García Lorca)


Foto 6/02/2013 (Cielo plomizo / amenaza lluvia. /
Amarga la soledad. / Duelen las penas, / que no
se van... / que se quedan...)
Nos situamos de nuevo en el contexto del tiempo. Estamos en los primeros años de la década de los 70 (puede que en el 73 ó 74). Hay nubarrones sobre el cielo de Valleluengo, que amenazan la propia existencia del pueblo: (la gente se ha ido y los que van quedando guardan pocas esperanzas de poder continuar, de poder aguantar; las administraciones se han distraído y no se acuerdan para nada de las necesidades, de las penalidades: la falta del agua - las infraestructuras: carretera de acceso, calles, alumbrado y teléfono público...)
Un buen día hay unas personas que reaccionan y remueven los ánimos de la gente del pueblo: - hay que pagar la contribución de los comunales - hay que movernos para reclamar los derechos que hasta ahora se nos han negado - hay que... - Hay que conseguir que nuestro pueblo sea un lugar habitable y, por tanto, deberá disponer de los servicios y equipamientos mínimos para que podamos vivir con un mínimo de dignidad y los que se han ido puedan seguir viniendo en vacaciones o, incluso, hasta pudiera darse el caso de que algunos regresaran y emprendieran aquí una nueva vida... (¡ojo!, que estamos en plena crisis económica -1973, crisis del petróleo-, y hay fábricas que cierran... y despidos... y un paro galopante -en 1973 había un 2,3 % de paro y en 1985 un 22,5 %-).

Y LA CONCENTRACIÓN PARCELARIA, ¿PARA QUÉ?
Las Mayadas, antes tierras de trigo (...cualquiera atina
con los térmanos...)

¿Qué tiene que ver lo de la concentración parcelaria con todo lo anterior? Tiene que ver y mucho, porque es una idea que está en esa misma línea de recuperación del pueblo. Para recuperar la memoria, la memoria de las tierras. (- "Se nos mueren nuestros viejos y los que quedamos no somos capaces de recordar nada de lo que nos dejan: las tierras - las linderas - los praos - los castaños... nada... y más de la manera que está todo: llenico de monte y de maleza... cualquiera atina con los térmanos... va a quedar todo priao, como tierra de nadie, si no... al tiempo..."). 
La concentración parcelaria consiste en reunir (concentrar) en unas pocas parcelas todas las fincas de cada propietario. Además de formar las parcelas trazan la red de los caminos que dan acceso a las mismas. La ventaja es evidente. Cada propietario reconocerá sin ninguna dificultad cada una de sus fincas, podrá hacer con ellas lo que le apetezca, tal vez cercarlas, cultivarlas, limpiarlas y aprovechar la leña... ¿Y los caminos? - ¡hombre!, ¿qué me dices?, aunque sólo sea para salir a andar... 

EN MARCHA

Valleluengo, también en esto, fue uno de los primeros pueblos de la comarca que solicitó la concentración (los más cercanos que la pidieron en aquellas fechas están por la zona de Villardeciervos y creo que alguno en Sanabria). El papeleo y las burocracias fueron engorrosas y lentas. Era necesario reunir todas las firmas de todos los propietarios de tierras del pueblo, que fueran propietarios al menos del 90 % de la totalidad de las fincas (este era el requisito principal, sin él no había concentración).

Campos de cereal en Tierra de Campos
Así que ahí nos pusimos de nuevo de gira con aquel coche viejo (me suena que era un dauphine o algo así. Me acuerdo de que las puertas no cerraban y, cuando aparcábamos, Bernardino miraba de reojo a un lado y a otro, por si había algún goloso que le quisiera echar mano al coche. Metía la llave en la cerradura de cada puerta y hacía el simulacro de cerrarlas). La gente firmó. La mayoría lo hacían convencidos de que aquello era bueno, que era un bien para ellos mismos y para el pueblo. Todos habían oído hablar de historias, de trapicheos, de enfrentamientos por mor de la concentración parcelaria. Todos ponían algún ejemplo, pero todos terminaban siempre con la misma conclusión: - "De cualquier modo, en la concentración parcelaria siempre pasa lo mismo y es que el que más pierde, al final sale ganando" (Eso lo contaban por los pueblos del Tera, de Vidriales, de Tábara, donde hacía años que ya se había hecho).
En Valleluengo quedaron 4 por firmar. Cuatro vecinos que se opusieron desde el principio a la idea y dijeron que no. Sin embargo, como se cumplía el requisito del 90 % de la propiedad de la tierra (el total de las propiedades de los firmantes pasaba con mucho de ese porcentaje), se entregó la solicitud y fue admitida a trámite.

POR FIN, APARECE EL DECRETO
Pequeño huerto. El minifundio es una de las características
de la propiedad del terreno en el pueblo y comarca.

DECRETO 75/1988 de 28 de abril, por el que se declara de utilidad pública y urgente ejecución la Concentración Parcelaria de la zona de Valleluengo (Zamora).
P.A. Decreto 21/1988
Fdo.: JESUS POSADA MORENO

Fecha del Boletín: 03-05-1988        Nº Boletín:   84 / 1988
DECRETO 75/1988 de 28 de abril, por el que se declara de utilidad pública y urgente ejecución la Concentración Parcelaria de la zona de Valleluengo (Zamora).
Los acusados caracteres de gravedad que ofrece la dispersión parcelaria de la zona de Valleluengo (Zamora), puestos de manifiesto por los agricultores de la misma en su solicitud, motivaron la realización, por la Dirección General de Reforma Agraria, de un estudio sobre las circunstancias y posibilidades técnicas que concurren en la citada zona, deduciéndose de dicho estudio la conveniencia de llevar a cabo la Concentración Parcelaria por razón de utilidad pública. En su virtud, a propuesta del Consejero de Agricultura, Ganadería y Montes, y previa deliberación de la Junta de Castilla y León en su reunión del día 28 de abril de 1988,
DISPONGO:
Artículo 1.º-Se declara de utilidad pública y urgente ejecución la concentración parcelaria de la zona de Valleluengo (Zamora).
Art. 2.º-El perímetro de la zona estará formado por el anejo de Valleluengo del término municipal de Rionegro del Puente (Zamora). Dicho perímetro quedará, en definitiva, configurado de acuerdo con lo previsto en el artículo 172 de la Ley de Reforma y Desarrollo Agrario de 12 de enero de 1973.
Art. 3.º-Se faculta a la Consejería de Agricultura, Ganadería y Montes de la Junta de Castilla y León, para dictar las disposiciones complementarias que requiera la ejecución de lo dispuesto en el presente Decreto.
Valladolid, 28 de abril de 1988.
El Presidente de la Junta de Castilla y León. Fdo.: JOSE MARIA AZNAR LOPEZ
El Consejero de Agricultura, Ganadería y Montes, P.A. Decreto 21/1988 Fdo.: JESUS POSADA MORENO


Habían pasado casi 15 años desde que se solicitó y ya nos habíamos olvidado de aquello que se había pedido con tanto empeño. No obstante, la gente acogió la noticia con entusiasmo. Muchos de los propietarios que estaban fuera, (jubilados y, por tanto, con todo el tiempo por delante) se pasaron largas temporadas en el pueblo y acompañaron a los técnicos en la labor de reconocimiento y localización de las tierras. Cada uno fue anotando la relación de las fincas de la Hoja de Arriba y de la Hoja de Abajo, revisando la extensión y las calidades de cada una (de 1ª. de 2ª, de 3ª...). Además, que les habían dicho que, si se les entregaban las particiones que los padres hubieran hecho a favor de los hijos, éstas aparecerían ya repartidas en las parcelas correspondientes, con lo cual menudo peso que se quitaban de encima. 



Y ALLÍ SE ARMÓ LA MARIMORENA


Ganao de ovejas en los Gurduncillos.
Actualmente se encuentra en fase de Proyecto habiéndose publicado con fecha 1 de octubre de 1994.
El perímetro de la zona de concentración parcelaria afecta a una superficie de 1027 hectáreas, aportadas por 138 propietarios, en 12790 parcelas. Se han atribuido 931 fincas de reemplazo. (TOTAL DE PARCELAS)

Declaración de Utilidad Pública de la Concentración Parcelaria:
Si las conclusiones del Estudio Técnico Previo y el procedimiento ambiental así lo justificaran, la Dirección General promoverá la publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León, de la Norma que establece la ejecución de la zona de concentración, en el que se especificará la declaración de utilidad pública y urgente ejecución, la determinación del perímetro,.. afectando a todos los propietarios y parcelas del perímetro que establezca, siendo obligatoria la concentración para todos.
(Antes de nada tengo que aclarar que yo lo único que intento en este capítulo es narrar la historia de los hechos. Me limito a hacer la crónica de algo que ocurrió. Lo que escribo es nada más el reflejo de lo que yo vi y viví. Lo que sentí me lo guardo.)

Escuela nueva
El centro de operaciones estaba situado en la escuela nueva. Hasta allí llegaban los dos técnicos (los ingenieros, que diría la gente), que atendían las consultas y recogían todos los datos. Y allí mismo, un día cualquiera se expusieron los resultados del primer reparto de parcelas... y allí se armó y empezó el guirigay: (-"...A mí me han dejao sin nada... - Ya ves, yo tenía tanto o cuanto aquí y me han mandao a tomar pol... - Las tierras que yo tenía allí, los carros de trigo que les sacaba y mira, lo que me han dao no valen ni pa dar cardos... - Nada, hombre, pa esto mejor que se quede todo como está... - Joder, si es que lo mejor se lo han dao a fulano, a mengano y a zutano... - Así que por mí, que le den..."). Ese era el ambiente que se respiraba. Un enfado morrocotudo, decepción general, cabreo. La mayoría de la gente se mostrada frustrada y disconforme con lo que le habían dado.

QUÉ SE PODÍA HACER

Esas situaciones no eran nuevas y no se producían sólo en el caso de Valleluengo. Eran comunes a todos los pueblos. Era materialmente imposible que los técnicos acertaran a la primera para que todo el mundo quedara conforme. Así que en el proceso estaban previstos los pasos a seguir, de manera que se abría un período de reclamaciones, que deberían ser individuales. Los técnicos les explicaron a la gente todo lo que tenían que hacer para reclamar y les pusieron el acento en lo de "individuales". Les dijeron también que siempre procuraban atender y resolver todas las quejas hasta el máximo posible. (Tenemos un ejemplo cercano al pueblo: en Molezuelas -que hicieron la concentración poco más tarde- hubo hasta ocho repartos, después de atender todas y cada una de las reclamaciones presentadas, hasta que la mayoría de la gente quedó satisfecha).

Camino de concentración parcelaria en La Milla
QUÉ ES LO QUE SE HIZO

He dicho antes que la mayoría de la gente estaba cabreada con el reparto. El revuelo era general y, ya se sabe, que a río revuelto, ganancia de pescadores. En este caso los pescadores fueron algunos de los que no habían firmado la solicitud y que, desde los inicios de todo, estaban en contra de la concentración y se apuntó con ellos alguno de los que sí habían firmado. La cuestión es que estos pescadores echaron mano del secretario del ayuntamiento -experto en estas lides- y redactaron un escrito que pasaron a la firma de la gente cabreada.
Yo he hablado después con personas que firmaron el escrito y me han comentado que ellos lo habían hecho para mostrar su disconformidad con la forma como se habían hecho las cosas, que siempre pensaron que aquello era una reclamación hecha en grupo para que tuviera más fuerza, pero que nunca habían pensado que aquello iba a tener las consecuencias que tuvo.
El hecho es que el escrito decía lo que decía. Yo no sé cuántos de los que lo firmaron fueron conscientes de que la palabra RENUNCIA... ("...los abajo firmantes... renunciamos a la concentración parcelaria...") significaba la paralización, el cierre definitivo del proceso de concentración parcelaria en el pueblo de Valleluengo (entre otras cosas porque el requisito imprescindible del 90 % de la propiedad de la tierra ya no se cumpliría).

...va a quedar todo priao, como tierra de nadie,
 si no... al tiempo...
Algún tiempo más tarde tuve la ocasión de hablar con la letrada que  le tocó ver el caso. Me comentó que se había sentido sorprendida porque era la primera vez que veía una cosa así: un espantón a la primera (fueron sus palabras), sin mediar reclamaciones, agotar los plazos, seguir los pasos que marcaba la ley, etc. Le parecía inaudito que la gente pudiera renunciar a algo por lo que habían luchado y que iba a reportar beneficios para cada propietario y para el pueblo. Yo le pregunté a ver qué se podría hacer para corregir lo que se hubiera hecho mal y me contestó que nada, no se podía hacer nada, ese proceso había quedado finiquitado porque parte de los propios propietarios habían renunciado voluntariamente a que se les adjudicasen las parcelas. Lo único que pueden hacer ustedes, me dijo, es comenzar un nuevo proceso -si les quedan ganas y ánimos suficientes, claro- y eso supone volver a recoger las firmas, es decir, cursar una nueva solicitud, etc.

OPINION PERSONAL

Antes dije que me guardaba lo que yo sentí ante estos hechos. Sólo quiero subrayar la idea de que la mayoría de los que firmaron ese escrito no se dieron cuenta de la trascendencia que podría tener y, si fueron conscientes de ello, lo hicieron cegados por el cabreo del momento (yo no encuentro otra explicación). Sea como sea, el haber renunciado a la concentración parcelaria ha sido, en mi opinión, una de las mayores torpezas que se han cometido en el pueblo de Valleluengo. Fue un error, un gran error.

Y AHORA NOS QUEDAMOS SOLOS

Vista del pueblo, dormido tras la niebla
Fuimos de los primeros que nos pusimos en la fila. Luego hemos visto que han concentrado en Molezuelas, en Peque, antes en La Milla. Ahora lo están haciendo en Rionegro y en Villar. Puede que Santa Eulalia también lo haga. Valleluengo queda aislado, refugiado en su isla silenciosa.
Antes tan lanzados y ahora... ¿qué es lo que nos pasa AHORA...?

sábado, 9 de febrero de 2013

XI.- EL BAR O EL CPU.


El bar del pueblo (el CPU  - Club Pueblo Unido -) era el epicentro desde el que se movía todo. Era la base, fue el centro de operaciones. Un lugar de encuentro y de convivencia, de camaradería. Los mejores ratos y los mejores tragos. Es difícil entender todo lo que sucedió en Valleluengo durante todos aquellos años, si no hubiese existido el bar. En la memoria de los días y las noches del mes de agosto permanecen los recuerdos imborrables de las cenas, las partidas del tute cabrón, las reuniones, las chácharas de sobremesa. El bar fue la clave, jugó un papel fundamental en la vida del pueblo. 

LA ESCUELA VIEJA

El local que ocupa el bar fue en su día escuela, fue la escuela vieja. Yo no sé cuándo fue, no me he documentado sobre las fechas en que se construyó, pero sé que los que andan rondando ahora los 90 asistieron de rapacines a esa escuela con la maestra Dª Filomena. Eso quiere decir que nos metemos a finales de los años 20. Yo no sé, pero tiene toda la pinta de haberse construido bajo el influjo de la corriente cultural que entonces inundó España (años de la República – 1931 / 1936 –, una de las épocas en las que más se apoyó y se extendió la escuela pública). Lo que yo sé es que se levantaron las paredes sobre un solar que antes había sido una charca (“traíamos las carretas de bote en bote, llenas de rebollos, de la Raya… los echábamos allí… y se tragó unas cuantas carretadas…” – me lo contó Isidoro Toledo). Y sé también que, tanto la escuela como la casa de la maestra (que ocupaba lo que es ahora la cocina y la terraza) las construyó el pueblo (aportación vecinal). 

Yo, ¿qué queréis que os diga?, pero recuerdo con nostalgia aquellos años y aquellas paredes. (Bueno, para ser justos, no todo son nostalgias, ¿vale? Todo no. Aquel bofetón de doña… o la vara ligera de fresno sobre los dedos en punta… o el mismo “Cara al sol”, etc, etc., … Nos entendemos ¿no?.. Pues, claro, eso como que no, a mí esas cosas no me conmueven los sentimientos de las nostalgias). 

Foto enviada por Emiliano a Foro
Valleluengo (2008). Me permito
publicarla sin tu permiso. Te
debo un cubata... o dos.

Sí, efectivamente, allí estábamos amontonados los rapaces y las rapazas, mezclados como sardinas en lata (contad los que hay en la foto, 49 más la maestra). Luego aparecen las anécdotas, muchas y variadas. Yo, entre otras cosas, me acuerdo del frío. No había calefacción (las yemas de los dedos esperando el aliento caliente de la boca para desentumecerse y poder manejar el pizarrín para escribir el dictado o las cuentas sobre la pizarra –no el encerado, no, me refiero a la pizarra de mano, que llevábamos cada uno–). La primera estufa de leña la pusieron siendo maestra una tal Dª Emilita (¿año 1955?). Debajo de la mesa de la maestra había un brasero y los más espabilados, los que ya rondaban o pasaban de los 14 y les asomaba  la sombra del bigote (como si fuera una credencial o un salvoconducto que les daba alas al atrevimiento), se arrimaban sin remilgos buscando el calor agradecido de las brasas y, claro está, más de uno se “calentaba” más de la cuenta. Años después les he oído comentar a estos mismos que las maestras de antes sí que “enseñaban”, ¡dónde va a dar con las de ahora! (Y es que las mujeres, incluidas las maestras, no empezaron a utilizar el pantalón como prenda de vestir hasta finales de los años 60). 


Y AQUELLO SE PUSO EN MARCHA

 La verdad es que daba un poco de no sé qué convertir aquel local en bar, casi sonaba a profanación. Un lugar donde antes hubo el silencio y el respeto. Pero no había otra opción. Cuando empezaron a removerse las aguas y todo aquello del pueblo empezó a rebullir con propuestas, con iniciativas, etc., se echaba en falta un lugar, un espacio donde reunirnos y hablar. Y ese fue el origen. De ahí partió la idea[1]. – “Tenemos la escuela vieja…” – “Ya, pero, la gente… ¿qué dirá la gente?... ¿y el Ayuntamiento?..., porque, aunque el local sea propiedad del pueblo, el Ayuntamiento reza como administrador…” – “Y los permisos… (que no nos olvidemos de que Franco seguía con sus “monterías y sus cacerías” por los montes y los llanos…, que lo de la flebitis (de eso murió ese señor) no le tocaría hasta bastantes años después… y acuérdate de que estaban prohibidísimos en aquel entonces los derechos de reunión, asociación etc….)


A pesar de todo, nos pusimos en marcha, rompimos las barreras y nos arriesgamos. Aprovechamos los puentes del Pilar hasta las vacaciones de Semana Santa de aquel año y se hizo la obra mayor: el suelo del bar (antes de tabla, ahora hormigonado), la barra, las paredes –enfoscar, encalar– … y allí empezó todo. Puedo dar fe de que yo nunca he visto tanto derroche de energía, tanta ilusión a flor de piel. A tope, todos a tope. Daría el nombre de todos, como homenaje y reconocimiento. Quedó constancia de todo aquello en el nombre. Un nombre exacto y preciso para el objetivo o para el ensueño del proyecto que empezaba: “Club Pueblo Unido”, el nombre o logotipo sobre el frontispicio de la barra y grabado en el cartel luminoso de la entrada. (Artistas, artistas de corazón, que no se dan ni una pizca de importancia, que diseñaron, pintaron o grabaron los nombres, y que ahí los tenéis cada agosto echando la partida o tomando unos vinos…)


Después siguió la ola incontrolable que nos llevaba y que nos arrollaba en los aires de aquellos años mágicos. Continuaron muchas manos más y fueron otros ánimos de otras generaciones, que también vinieron con ganas y con el empuje suficiente para que las risas no se apagaran, de manera que todo aquello cuajó y salió adelante. 


AHORA, A VER CÓMO NOS ORGANIZAMOS (ORGANIZACIÓN, ESA ES LA CLAVE) 

No todo era coser y cantar. Había que encauzar aquel raudal de sentimientos desbordados. Las primeras dificultades se estrellaban sobre las barreras de las burocracias. Los permisos. ¡A buena parte nos vamos a ir si los papeles no están en regla! (Los guardias anduvieron “pescudando” por ver si aquello reunía los requisitos legales y, de paso, ver por dónde nos podían meter mano – órdenes superiores, se justificaban ellos –). Se solicitó la licencia correspondiente al gobernador civil, con la autorización y visto bueno del Ayuntamiento (ver copia adjunta). 





Superados los escollos de los permisos, es necesario atender a la dinámica del funcionamiento, de manera que se moje todo quisqui y que no penquemos, o sea, que los balances no nos salgan negativos. Creo que todos entendimos perfectamente que aquel invento, que no tenía ni amos ni criados, porque era un empeño colectivo, sólo podría funcionar si conseguíamos ponernos de acuerdo en una serie de requisitos mínimos. Y así sucedió. Partíamos de la asamblea. Cada agosto era lo primero que se hacía. En los primeros días nos reuníamos, se hablaba, se elegían responsables y se decidían cosas como las siguientes: 


· La junta directiva, (tres personas) se encargaba de las compras, de los pagos y del control diario de los ingresos. 


· El listado de camareros/as. Dos cada día, no había día que no hubiese gente dispuesta. Puede que algún sábado o domingo noche, pero enseguida salían repuestos. (Os recuerdo que eran mayores las tareas entonces, no había agua corriente y había que buscarla en la fuente). 


. Se consensuaban los precios de las consumiciones.

· Se ajustaban las normas. – La barra estaba reservada en exclusiva para los camareros/as de turno o la junta directiva (prohibido que nadie entre a servirse o a servir, a pagar o a cobrar… eso es coto cerrado de la pareja de camareros/as).


· Los ingresos se anotan en el libro diario, firman los camareros/as, certificando la recaudación del día y firma el tesorero el recibí. 


· La junta da cuentas cada año a la asamblea sobre la gestión de ingresos, gastos y movimientos bancarios.

. Y las llaves... Sólo había una llave. Cada pareja de camareros/as entregaba a los que entraban al día siguiente la llave y el dinero en monedas para los cambios.

Y aquello funcionó. Los balances fueron suficientemente consistentes como para permitirnos el lujo de aquellas orquestas en las fiestas y poder sacar también para las obras de rehabilitación del edificio[2]. 








[1] Para ser justos, había además otros motivos. En aquellos agostos había pocos días –pocas noches–  en las que la mayoría de los muchachos del pueblo se quedaran quietecitos y sin hacer bulla en el pueblo. Había dinero para gastar y raro era el día que no estuvieran en carretera, cenas y copas y peligros de que ocurriera cualquier día cualquier accidente. Ese fue otro motivo: “requedar” a los jóvenes en el pueblo… que beban en el bar, al lado de casa.
[2] El dinero de algunas obras, como el techo y las paredes de la cocina, lo ha puesto el Coto de Caza.

EL MEJOR BAILAOR SIN CASTAÑUELAS

TENGO QUE PEDIR DISCULPAS Y LO TENGO QUE HACER, ENTRE OTRAS COSAS, PORQUE SI NO ME CORREN A GORRAZOS. RESULTA QUE EN EL CAPÍTULO ANTERIOR, "NOS VAMOS AL TEATRO", CITÉ LOS NOMBRES DE LOS QUE INTERVINIERON EN LA REPRESENTACIÓN DE LA OBRA "CARBALLEDA, COMARCA OLVIDADA" Y ME OLVIDÉ DE UNO. ME OLVIDÉ DE JESÚS FUENTE, QUE HACÍA EL PAPEL DE PEPE. YA ME ECHÓ LA BRONCA Y ME DIJO DE TODO. ASÍ QUE AHÍ QUEDAN LAS DISCULPAS Y LA RECTIFICACIÓN.


viernes, 8 de febrero de 2013

UN AÑO MÁS LLEGÓ SAN BLAS.



Oigo sonar una gaita,
oigo sonar un tambor.
Baila la gente del pueblu,
es la fiesta del patrón.

                             Cantar asturiano


Este año con cartel anunciador y todo. Vamos avanzando. - Aquí falta una gaita - decían algunos de los de fuera - Y tenían razón, porque ése habría sido el remate a un día bonito, lleno de sol, de alegría de la buena y de convivencia. 

La foto la saqué a las 8 de la mañana. Después me volví a la cama, no estaba la mañana para cantar alboradas por las calles.

Así amaneció el día: tranquilo y sereno. Soleado, pero con ese airín de la sierra, que cortaba. Aire puro y sano.

Los cohetes ambientan la fiesta, le ponen ese toque de emoción, de estallido de vida. Rompen el silencio y la monotonía.


Todo preparado para el convite. Empanadas, tortillas y chistorra. Vino la gente de otros pueblos y se fueron satisfechos y agradecidos. Hasta el próximo año.




Eramos 14. Nos atrevimos con los pollos de corral de Jesús el de Emilio y con los conejos de Ignacio. Nos pusimos las botas y prometimos volver, porque es que así vuelve cualquiera. 


 Cocinero y panadero/pastelero, una mezcla explosiva, pero que mereció la pena. Por lo menos, yo me apunto para el próximo y los que vengan.