sábado, 25 de octubre de 2014

EL RÍO NEGRO II

A comienzos del verano empezaba la andadura por el río Negro, por nuestro querido y entrañable río Negro. Retomo el tema donde lo dejé y voy con la intención de llegar hasta donde llegue el río. En el primer capítulo (ver 10 de julio) recorría el tramo del curso alto desde el nacimiento del río en Escuredo hasta la Requejada, donde el río ya se hacía mayor y alcanzaba la madurez de su curso medio. 
Hoy toca descubrir el encanto de las aguas tranquilas y sosegadas, atemperadas por el esfuerzo del trote entre las peñas de los montes en el curso alto. En los próximos capítulos me detendré en el entorno del molino de Otero / Peque, dando cuenta del proyecto de mejora ecológica del río y de protección del mejillón o náyades y terminaré en el curso bajo, desde Santa Eulalia hasta la desembocadura.

EL RÍO NEGRO POR LA REQUEJADA


Pasea sus aguas tranquilas, amansadas, por entre los verdes y silenciosos valles. Naturaleza en estado puro.
 Mediados del mes de junio. A mitad de la mañana de un domingo cargado de sol y de ilusiones. Repican las campanas en Rosinos de la Requejada, es la hora de la misa dominical. Algunos mozalbetes desoyen el reclamo de las campanas y optan por refrescar los calores en la balsa convertida en playa pluvial.
Ermita del Santo Cristo en Rosinos
Rosinos es el enclave de mayor entidad por los que transcurre la vida de nuestro río (es el municipio que engloba mayor número de anejos. 10 en total: Anta de Rioconejos - Carbajalinos - Doney de la Requejada - Escuredo - Gusandanos - Monterrubio - Rionegrito - Rosinos - Santiago de la Requejada - Villarejo de la Sierra). 

 Doney y Santiago de la Requejada se anticipan a Rosinos y reciben al río por su margen derecha. Después lo hará Rionegrito, algo alejado del cauce, al igual que los pueblos anteriores.


Continuamos río abajo para pasar por la localidad de Villar de los Pisones, un verdadero jardín botánico a las orillas del río, un lugar donde antiguamente se asentaron un gran número de molinos y de batanes (máquinas de madera que funcionaban con la fuerza del agua y que servían para lavar y suavizar las mantas o tejidos de lana o de lino recién fabricados).
Anta de Rioconejos presume de ser uno de los pueblos privilegiados por el Negro, por estar a la vera del río, aupado sobre la orilla izquierda. Saliendo del pueblo con dirección a Muelas enseguida te lo encuentras, asomándose risueño por debajo del puente.
Iglesia parroquial de Anta
        de Rioconejos

POR TIERRAS DE CARBALLEDA



Rioconejos  aparece un poco más alejado, también en la margen izquierda. Sin embargo, no le tiene envidia a ninguno de los otros pueblos porque disfruta de las aguas del río Sapo, uno de los afluentes principales del Negro.
En la misma margen izquierda se alinea Lanseros.
Al bajar del pueblo al río, antes de comenzar la subida de aquel pequño puerto, entre el zig-zag de las curvas de la carretera, aparece uno de los paisajes más bellos, tendido a ambos lados del puente. Desde ahí parte la ruta de los molinos y uno puede perderse en la inmensidad profunda  de la Naturaleza.
Sejas de Sanabria aparece a la derecha del río. Si continuamos por el camino que se abre también a la derecha, nada más entrar en el pueblo, llegaremos hasta la ermita de la Virgen de la Ribera, que se levanta justo a la orilla del río. (De mozos íbamos todos los años, en el mes de agosto -creo que a finales del mes-. Un año nos llevamos de recuerdo una multa de 25 ptas, que nos la puso la guardia civil por haber armado la gorda en las fiestas de San Mamés. Alguien nos denunció y los guardias aprovecharon la ocasión). 
La leyenda habla de que esta virgen se apareció en forma de paloma a las orillas del río (el río - las fuentes eran lugares sagrados donde habitaban las ninfas -seres mitológicos- en la religión de los pueblos celtas y no olvidemos  que estamos en tierras dominadas por los castros -castro de Otero y otros por los alrededores- lugares fortificados en lo alto de los montes donde habitaban estas gentes hace cuatro - cinco mil años)




PRÓXIMOS CAPÍTULOS:
- El Río Negro III.- El molino de Otero / Peque. Proyecto de mejora ecológica del río
- El Río Negro IV.- El curso bajo, desembocadura en el Tera... ("nuestras vidas son los ríos / que van a dar en la mar / que es el morir..." -Jorge Manrique-)








jueves, 25 de septiembre de 2014

CARBALLEDA 2014



En tierras de Carballeda
oigan lo que está pasando.
Prenden a los veteranos.
No los prende la Justicia
ni tampoco los civiles,
que los prenden las mocitas
con sus diecisiete abriles,
diecisiete primaveras,
diecisiete mil hechizos
.....................................
Yo quiero ser prisionero,
ser prisionero quisiera
en tierras de Carballeda
olé, olé...

Prisioneros de la fiesta, enganchados sin remedio a esta tierra nuestra. Ahí estuvimos como clavos, disfrutando y añorando (- siempre añorando - aquellas otras Carballedas: las de la Novena, las de la merienda a las orillas del río, las del cuartillo de vino y el rabico de pulpo, las de las mantecadas o los churros acompañados del correspondiente trago de aguardiente el lunes después de las confesiones)

Un año más, una Carballeda más.

La de este año un tanto deslucida por el tiempo, con menos gente. Pero, aún así, no deslució el humor y la sana comparsa, el encuentro con viejos amigos y conocidos. Había ganas de fiesta. Se notaba y se sacaba a relucir.





  Esas ganas de fiesta se lucieron en los trajes típicos de la zona a la hora de la Ofrenda Floral.



En los bailes y jotas, animados por los dulzaineros de San Pedro de Ceque




 Lució el pulpo y las pulpeiras en todo su esplendor





Lució Mito su cara de satisfacción después de haberse dado un homenaje merecido con la media ración (o la ración entera, ¡qué más da!) en el puesto de "Los Gallegos".

Lucieron ellos los ratos amigables y saludables de la ronda de vinos vespertinos (un servidor está incluido). Brindamos porque se repita muchos años. De momento ¡doynunaño!




Lució la procesión alrededor del santuario, precedida por el conjunto folklórico de Lubián, con sus atuendos típicos, acompañados de gaitas y tambores.




 Y los que no fueron, porque los años pesan, lucieron también el buen talante y conformidad. Recordaban, rememoraban la nostalgia de antiguas anécdotas... -"Íbamos por el Rebollal...¡Ay de mí, qué tiempos aquellos!..."


El video contiene la "Ronda de la Carballeda" (En tierras de Carballeda, oigan lo que está pasando). Confieso que he estado "chumiscando" mientras la escuchaba. Alguna lagrimica se escurría por la mejilla sin quererlo... "anegando un mar desbordado de penas..."

¡¡SALUD Y DOYNUNAÑO PARA TODOS/AS!!