domingo, 18 de marzo de 2012

HOMENAJE A MI PUEBLO




Valle largo, longo, luengo,
los fresnos cubren tus sombras[1]
y los prados van tejiendo
de terciopelo una alfombra.

Manan las fuentes calladas,
goteando los recuerdos.
 Pasan las aguas pausadas,
de añoranzas y requiebros.[2]

El pueblo de Valleluengo,
un pueblo honrado y unido,
flor de otoño cara al viento,[3]
y el aliento ¿ya perdido?[4]

Queda la memoria viva,
que es patrimonio la historia,
que la gente no se olvida,
que está cargada la alforja.[5]

Saludan las chimeneas
con olores de matanza,
la madre al fuego remienda
la vida con mimo…y canta.

Campos sembrados de pan,
 hoja de arriba y de abajo,[6]
campos que destilan paz
con fatigas, con trabajo.

La frente perlada en soles,
el trigo es oro en la era.
Van macerando en sudores[7]
las gentes en esta tierra.

San Blas y Santa Marina,[8]
Corpus de olor a sanjuanes,[9]
fiestas de gaita y mantilla,[10]
que corra el vino a raudales.

Hay un silencio que oprime[11]
la tierra desheredada,
nadie se atreve y redime
tantas afrentas causadas.[12]

Izan banderas de fiesta[13]
las gentes que se resisten,
levantan la voz de alerta,
no se aflojan, no se rinden.

Valleluengo por entero,[14]
Valleluengo, pueblo unido,
tus recuerdos, como el viento,
se deshacen en suspiros.

Nadie en su sano juicio
se oculta ni se avergüenza
de haber dormido en el bricio,[15]
de haber mamado la teta.

No es de gente bien nacida,
quienes de alguna manera,
de sus raíces se olvidan,
dejando el árbol que muera.






[1] Desgracias, males, malos presagios.
[2] Lisonjas, piropos, galanterías
[3] Flor de vida corta, endeble, frágil. Cara al viento: expuesta a los peligros, a la intemperie, desvalida.
[4] El aliento: la esperanza
[5] Referida a la memoria, cargada de recuerdos. Recuerdos que se van desgranando en las estrofas siguientes.
[6] En el pueblo el campo, para su cultivo, se dividía en dos zonas u hojas separadas por el valle de Bajo los Quiñones y Valdiguicia. La Hoja de Arriba era la que quedaba hacia Santa Eulalia y Peque y la de Abajo hacia La Milla y Rionegro.
[7] El trigo es oro en la era.- La cosecha del trigo suponía  el sustento de todo el año. Quien más quien menos venía a recoger entre seis y diez cargas (1 carga = 12 heminas. 1 hemina = 11 kgs). Van madurando, tomando conciencia de la situación, van forjando su personalidad.
[8] Fiestas patronales del pueblo
[9] El día del Corpus se engalanaban las calles por las que pasaba la procesión. Se cubría el suelo de ramas y flores de los sanjuanes (cantueso, de olor similar a la lavanda o al espliego) y el fenoyo (hinojo). Las paredes se tapaban con ramas de fresno o de álamos.
[10] Todas las fiestas del pueblo estaban amenizadas por el sonido de la gaita. Llamaban al ti Nofre, de Otero o al ti Francisco, de Valdesantamaría. Las mujeres lucían los rodaos y los mantones de Manila.
[11] Referido a la soledad y al semiabandono actual del pueblo.
[12] Tantos olvidos y desprecios por parte de las instituciones.
[13] Porque todavía hay una luz de esperanza. Ahí están los jóvenes, que se les ve con ganas, (yo lo veo en el facebook).
[14] La totalidad del pueblo: el territorio, los recuerdos, la historia, la gente, los que están dentro y los que se fueron, los que vuelven de vez en cuando, los que ya se han olvidado, los que quisieran volver…
[15] Nombre que en el pueblo se daba a la cuna. Con esta expresión “haber dormido en el bricio” me refiero al hecho de proceder, de ser de pueblo. “Y a mucha honra”, se suele decir. Con el mismo sentido empleo "el haber mamado la teta". La gente repipi o pija, los señoritingos hablan más finolis y ellos dirán "dar el pecho". En Valleluengo siempre ha sido teta y así seguirá siendo.

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